Campeón de Boca en los medios

Esta tarde, las ediciones online de los diarios Clarín y Olé publicaron una nota sobre el error de Migliore y levantaron opiniones y comentarios de varios blogs partidarios. Y entre ellos, ¡estaba Campeón de Boca!

Campeón de Boca: A la media hora de la segunda etapa, Migliore cometió un grosero error. La pelota se le escabulló tras un remate de Thiago Neves y Fluminense empató.

En primer lugar, me pone muy contento que este pequeño pero entrañable espacio haya aparecido en un medio masivo de comunicación. Y lo digo más allá de mi condición de autor, ya que este blog lo alimentamos entre todos: Campeón de Boca, sus lectores y algunos payasos que aparecen cada tanto.
Pero en segundo lugar, quería aprovechar para hacer un comentario y aclarar algo que quizás no quedó de manifiesto ahora que leo los extractos en los diarios: más allá de los errores de Caranta y Migliore, apoyo y banco a muerte a cualquier jugador de este grupo que se ponga nuestra camiseta (aún a aquellos de tan bajo rendimiento, como Cardozo y Boselli).
Migliore cometió un error, es cierto. Pero ahora y más que nunca, todos juntos a hacerle el aguante al xeneize y sacar pecho ante lo que se viene. ¡Vamos Boca, carajo!

Esta película ya la ví

Boca Juniors 2 - Fluminense (Brasil) 2

Partido de ida, locales pero en cancha ajena, empate y sufrimos dos goles de visitante, uno tras un centro y otro merced a un grosero error de nuestro arquero. Sí, señores: esta película ya la ví. El próximo miércoles rodará la segunda parte de este largometraje. El director será el mismo de siempre: Ischia. El rol protagónico puede ser para cualquiera, aunque Palermo ya está acostumbrado a ponerse el traje de héroe. Y la escenografía no será ni más ni menos que el mítico estadio Maracaná.
A esta altura, uno no sabe si estar triste por el empate (o mejor dicho, por no haber ganado un partido que merecimos hacerlo) o tranquilo por lo que demuestra este equipo cuando sale a jugar en campos foráneos y ante situaciones tan adversas como las que viviremos semana mediante. También vale aclararlo, no podemos tentar a la suerte o al destino tantas veces, porque no siempre se puede ganar de visitante (ni aún cuando se lo merezca). Lo concreto es que estamos en una situación similar a la posterior al 2-2 con Atlas, solo que esta vez tenemos enfrente al equipo de mejor rendimiento en la fase de grupos (y, detalle no menor, es brasilero).
Para cualquiera que no fuese de Boca o de Flu, el de hoy fue un par-ti-da-zo. Los dos equipos se caracterizan por ser ofensivos, manejar bien el balón y tener defensas endebles, y como los brasileros no salieron a colgarse del travesaño, de entrada se armó un partido de ida y vuelta: ataque por ataque, golpe por golpe. Boca pegó primero, tras un centro de Palacio y un toque preciso de Riquelme. Pero de inmediato, Fluminense empató las acciones tras un tiro libre en forma de centro que fue bien cabeceado por Thiago Silva. Boca se fue con todo a buscar el triunfo y fue más que el visitante, pero los equipos se fueron 1-1 al descanso.
Ya en la segunda mitad, el arranque xeneize fue avasallador. Si no vieron el partido (¿hay chances de que alguien que lea este blog no lo haya visto?) créanme que los primeros 15 minutos del complemento se jugaron prácticamente en el área de Flu. ¡Boca lo metió en un arco! Hasta que llegó el segundo tanto xeneize, cortesía de la exquisita pegada de Riquelme. Pero a la media hora de la segunda etapa, Migliore cometió un grosero error y se le escabulló un remate de Thiago Neves. En los pocos minutos que restaban Boca fue y fue, pero no consiguió un gol que hubiera significado un triunfo mínimo pero justo.
Amigos, ¿qué puedo decirles? No sólo hay que tener fe y esperanza por lo que estos jugadores dejan en la cancha o por lo que nuestra historia marca. El Flu no es un cuco, y si bien le sobran jugadores con buen pie, son blandos a la hora de defender. ¡Vamos Boca por un nuevo Maracanazo, nomás!

Con V de Viatri

Vélez Sarsfield 1 - Boca Juniors 1

¡Un aplauso para los pibes, señores! Más allá que el empate de esta tarde en Liniers nos deja lejos de la punta, lo de los juveniles xeneizes es digno de destacar. Y excluyo de esta salutación a los más "experimentados", como Boselli, Gracián o Cardozo, que tuvieron actuaciones dignas para ser considerados prescindibles. Los honores se lo llevan Roncaglia, Forlín, Monzón, Mouche, Noir y Viatri, el héroe de esta jornada.
Con una primera media hora descomunal, el Boca B le pegó un paseo al local que sólo quedó disimulado en la marcador. Increíble que los equipos se hayan ido al descanso 0-0. Boca jugó por abajo, rotó el balón, estuvo firme en el fondo, y mucho ayudó para eso el regreso del Negro Ibarra (más allá de algunos malos pases producto de su inactividad). Vélez no hizo nada y el empate parcial fue un premio exagerado para el equipo que la tiene corta (la letra V).
La segunda mitad arrancó más pareja. Los locales salieron a presionar más y los boquenses parecieron sentir el desgaste de la primera mitad. Tras el enésimo error arbitral en contra de Boca (¿hablarán los periodistas esta semana?) nació un ataque velezano que Escudero transformó en gol. Increíble la tarde que tuvo FaVale (la V mayúscula no es error de tipeo), pero mejor no hablar del arbitraje porque no quiero parecer un llorón. Lo concreto es que Boca se quedaba con las manos vacías, hasta que a poco del final apareció el pibe Lucas Viatri y con un gran cabezazo selló el 1-1 (el empate era lo mínimo que mereció el xeneize esta tarde).
Una curiosidad: al promediar el segundo tiempo, más o menos al minuto 25, desaparecieron todas las pelotas y los alcanzapelotas. OK, eso es común en muchas canchas y nosotros lo habremos hecho alguna vez. Pero... ¿hacerlo de local, contra un Boca B y faltando tanto tiempo? Vélez, ¡qué chiquito sos!
El campeonato está difícil, pero entre tanta irregularidad, habrá que esperar hasta el final para conocer el veredicto de este juicio. De todas formas, todos sabemos que el plato principal se sirve los miércoles. Y ahí sí esperemos brindar alzando una Copa.

Titán a la mexicana

Atlas (México) 0 - Boca Juniors 3

¡En estos momentos tengo muchas ganas de cantar!

Titán a la mexicana,
prepara, apunta y gol.
Despacio y luego te mata:
¡Palermo, qué goleador!

¿Qué? ¿No dice así la canción de Thalía? ¡No importa! Lo que importa es que Boca se metió en las semifinales de la Copa Libertadores tras apabullar al Atlas en México.
El equipo salió a jugar el partido con una gran actitud, y Palermo estuvo intratable: con sus tres estocadas, el xeneize liquidó la serie en el primer tiempo. Riquelme fue otro que jugó un gran partido y se lo notó mucho mejor físicamente. Y Palacio fue un gigante: sólo le faltó su gol para redondear una gran noche. Atrás, Migliore respondió bien ante las pocas llegadas del local (sobre todo de abajo, ya que el juego aéreo sigue siendo un peligro para nuestra defensa). En síntesis: ¡espectacular triunfo boquense en una tierra muchas veces esquiva para equipos argentinos!
El primer gol llegó cerca de los veinte minutos de la etapa inicial. Riquelme metió un pase quirúrgico para Palermo, quien le pegó de primera para vencer la débil resistencia del arquero local. Luego, otro preciso pelotazo de Román para Palacio, derivó en el segundo tanto boquense, luego que el bahiense encarara a su marcador y le sirviera el gol al Titán. Y el tercero, fue una sutileza de Martín: tras recibir el pase del Pochi Chávez y ver adelantado al guardameta, la picó suavemente para redondear un gol de otro planeta.
Con el 3-0 a favor, el segundo tiempo estuvo de más. Boca cuidó energías y tuvo muchas chances de contragolpe para ampliar el marcador. Los mexicanos llegaron un par de veces, y si bien pudieron descontar, nunca pusieron en peligro la clasificación xeneize.
Ahora, que pase el que sigue. Todavía no tenemos rival asignado, pero jugando como lo hicimos esta tarde/noche en México, es probable que se tengan que preocupar más por Boca que a la inversa.

El Boca B te manda a la B

Boca Juniors 2 - Racing Club 1

Con la mente en el partido del próximo miércoles por la Copa Libertadores, Ischia presentó un equipo totalmente alternativo en el cual aparecieron nombres como Ibáñez, Nayar, Mouche, Viatri y Noir. Gracián, Cardozo, Ledesma y Boselli aparecían como los hombres de experiencia, pese a ser habitualmente suplentes en el primer equipo. Sin embargo, los juveniles xeneizes se destacaron por encima de estos jugadores.
Una cosa no cambió: Boca siguió sufriendo la pelota aérea. De ese modo llegó Racing a abrir el marcador al cuarto de hora, tras un cabezazo del chileno Navia. Sin embargo, el primer tiempo fue bastante equilibrado.
En la segunda mitad, el visitante se refugió muy atrás y Boca no perdonó. Mucho se hablará de la mano de Chávez en la previa del empate xeneize. Más allá del error arbitral (¡al fin uno a favor de Boca!), lo cierto es que la igualdad era, como mínimo, el resultado justo hasta ese momento. Sin embargo, pienso que hubo un factor más gravitante para el score final que ese error de Maglio: el ingreso del pibe Noir. El entrerriano fue un león: corrió, metió, provocó una expulsión rival y estuvo muy picante en los últimos metros. Por eso, nada más justo que el gol del triunfo, en el quinto minuto de descuento, llegará a través de los pies de este gurí.
Pitazo final: 2-1. La gente de Boca deliró con el clásico "Vamos, vamos los pibes". ¿Los sufridos hinchas de Racing? Cada vez más cerca de conocer nuevas canchas y cambiar "Fútbol de Primera" por "El Nacional".

El maíz gallina, lejos

Será difícil olvidar el 8 de mayo de 2008. Para muchos, allí ocurrió la máxima gallineada en la historia del fútbol argentino. Veamos que opinan los propios plumáceos:



Por si no quedó claro, reproduzcan el segundo video y vean lo que opina un hincha de River en un ataque de honestidad brutal. Flaco, decime, ¿qué le faltó a River?
"¿A River? ¡Poner huevo! ¡Lo que tienen los bosteros que no tenemos nosotros, hermano!"

OK. Muchos me dirán que esos hinchas plumáceos opinaron en caliente, luego de la enésima eliminación de la Copa y con las pulsaciones a mil. Veamos qué ocurrió en frío al siguiente partido jugado en el Monumental.

Maíz leña al fuego:
Los hinchas de River no perdonaron la dura eliminación de la Copa. Pero mientras la popular fue algo contemplativa, la platea les tiró maíz y pañales a los jugadores.

Y a continuación, las banderas de "apoyo" (eso sí, ojo que no son negras, eh).



Mmm... ¿qué eso fue obra de algunos plateístas aislados pero que todo el hincha riverplatense no es así? Preguntémosle a los propios jugadores de River qué opinan de su hinchada.

Oscar Ahumada dijo:
En el 2-1 con San Lorenzo, el silencio de los hinchas fue atroz. Jugué en La Boca y ganando 2-0, la gente se nos caía encima.

Carrizo se hizo un gol en contra:
Se sumó a Ahumada y dijo que 'se notó que faltó aliento'. En el club también se enojaron con él.

¿¡No me creen!? Pasen y vean:

Como este es un sitio bostero, no nos gusta mucho hablar de River y la verdad ya da pena cargarlos, los invito a visitar dos excelentes blogs anti-plumáceos: Antigayina y riVergüenza.

Falló en las dos áreas

Boca Juniors 2 - Atlas (México) 2

Mucha gente sostiene que los partidos se ganan o pierden en las dos áreas. Y al margen del empate, el resultado de esta noche fue una derrota para Boca por, precisamente, fallar en ambos arcos. Atrás, fuimos un flan. Cada centro era medio gol de Atlas y los mexicanos supieron aprovechar ese recurso al máximo. Y adelante, sobre todo al final del segundo tiempo, le perdonamos la vida a los visitantes.
El 2-2 puede ser mucho castigo para el xeneize, que pese al flojísimo primer tiempo y a estar 0-1 abajo desde los cinco minutos, se recuperó en la segunda mitad y con más empuje que fútbol inclinó la cancha hacia la portería defendida por Bava. Pero los resultados no se discuten ni se merecen: se consiguen (o no).
Luego del pobre desempeño del equipo en la primera mitad, el 1-1 era un resultado tan justo como esperanzador: sería difícil jugar peor en el complemento. Y aunque tampoco derrochamos buen fútbol, la segunda etapa mostró a un Boca mucho más cercano a lo que el hincha espera: con empuje, actitud, agallas y yendo para al frente a como de lugar.
El gol de Cáceres puso las cosas 2-1 y, honestamente, para mi era un excelente resultado. Porque por todas las complicaciones y por como pintaba la noche, ganar era vital. Sin embargo, Boca siguió yendo y mereció más. Lo tuvo Palacio, también Dátolo y un tiro de Riquelme fue devuelto por el palo. Pero sobre el final, y justo cuando el 2-1 parecía quedar chico, otro centro fue bien aprovechado por los mexicanos y la clasificación quedó más complicada que nunca.
Boca jugó un mal partido. No hay que buscar excusas. Sin embargo, duele (y mucho) no haber podido sacar un buen resultado justamente en una noche en donde nada parecía salirnos bien. Eso sí, ¡no nos den por muertos! Muchos anti-Boca ya están tirando petardos y brindando con tequila a cuenta. No sea cosa que vuelva a aparecer la mística copera y se atraganten con el gusanito.

Tropezón en La Plata

Estudiantes 1 - Boca Juniors 0

La marcha triunfal de Boca se detuvo en La Plata. Con casi todos sus titulares (salvo Battaglia y Riquelme, nada más y nada menos), el xeneize perdió sobre el final y quedó a cuatro puntos de su vencido.
El partido dejó poco para el análisis. Simplemente, Boca jugó un muy flojo primer tiempo, y aunque mejoró en el segundo se tuvo que volver con las manos vacías. Fue un típico partido en el cual quien hace el gol, gana; y los pincharratas se llevaron los tres puntos a través de una jugada que dejó muchas dudas.
En la primera mitad creamos una sola situación de peligro: un remate de Vargas que pasó cerquita (¡recién en el tiempo adicionado!). Estudiantes fue más y pudo haber marcado un gol, pero Morel sacó un par de pelotas desde la línea y el 0-0 no se modificó.
En el complemento, los jugadores salieron más encendidos, manejaron más el balón y aparecieron las jugadas de peligro. Palacio tuvo un mano a mano, pero en su intento por eludir a Andujar el esférico se le fue largo por un costado. Ledesma tuvo su chance, pero un defensor platense la sacó desde la línea. Boca era más, pero en nuestro mejor momento llegó el gol local. Primero, Baldassi cobró una por demás dudosa infracción en favor de Verón. El tiro libre de la Brujita se desvío y Caranta la sacó al córner, al mismo tiempo que recibió una clara infracción que el árbitro cordobés ignoró. Y justo de ese tiro de esquina, llegó un centro y se cumplió la regla que reza "dos cabezazos en el área es gol" (lamentablemente para nosotros). Al partido le quedaban quince minutos, pero nuestro equipo ya no tenía resto.
Esta derrota nos deja mal posicionados para el campeonato local de cara a lo que viene. Pero poco hay para reprocharle a este plantel: hoy se jugó mal, aunque creo que no se mereció perder. La revancha para estos muchachos llegará el miércoles contra Atlas. Pero... ¿quién les dice que no haya una sorpresa y la última fecha nos encuentre peleando el título?

Chau, chau, chau, chauuuuu

El cabezón Tinelli arranca su programa saludando: "Buenas noches, América". Los hinchas de River usan la misma frase pero para despedirse (de la Copa). Precisamente, Buonanotte, volvió a borrarse. Y para seguir con las paradojas, el cabezón que no se borró fue D'Alessandro, que junto con Ramón Díaz se sacó las plumas por una noche.
¡Cuánta amargura, River! Dejá de mentir y actualizá tu slogan: "El más gallina, lejos". Tu historia en la Copa empezó torcida. En 1966 perdiste una increíble final con Peñarol, pero ganaste un mote: gallina. Y luego tus desventuras siguieron y se multiplicaron. Quedaste afuera en primera ronda cuando clasificaban tres equipos y había dos conjuntos bolivianos; perdiste dos veces con Caracas (quitándole su localía y haciéndolos jugar en Colombia sin sus figuras), te ganó un rejuntado de odontólogos peruano, etc.
Pero lo de ayer no tiene nombre. Faltaban veinte minutos, 2-0 arriba y con dos jugadores más (y no estoy contando a Pe$$ota que te pitó todo a favor, como siempre), y te eliminó San Lorenzo con nueve jugadores. De no creer. Apareció Bergessio por duplicado, 2-2 final y Ramón con su tropa de ex-gallinas (D'Alessandro, Placente, Menseguez) se rieron de vos en tu cara (y en tu casa). Una escena dantesca a la que sólo le faltó la frutilla de la torta: que a Carrizo se le metiera esa pelota que se le escapó bajo el pie... ¡o que entrara Emiliano Díaz, hiciera un gol y diera la vuelta olímpica!

Ciclón Monumental

Noticia de último momento: un violento Ciclón arrasó el barrio de Núñez y destruyó el Monumental. Se cree que hay millares de muertos. Ampliaremos...

Bello Horizonte

Cruzeiro (Brasil) 1 - Boca Juniors 2

¡Boca logró una nueva epopeya en tierras brasileras! Por primera vez en nuestra historia (y por segunda para el fútbol argentino), un equipo local venció a Cruzeiro en el temido Mineirão (más que una cancha, una verdadera estancia). Algunos podrán dudar del poderío actual del equipo celeste, o quizás ya parezca normal que el xeneize viaje a la tierra de los pentacampeones y vuelva con los tres puntos, pero un breve repaso a las estadísticas bastará para valorar el triunfo de esta noche (que, como bonus, nos llevó a los cuartos de final).
El maldito gol de visitante que sufrimos una semana atrás nos obligaba a tener que buscar el partido, ya que cuidar el 0-0 sería un suicidio. Además, este Boca necesita tener la pelota y atacar, ya que no demuestra la firmeza defensiva que ostentaba en las épocas del Virrey Bianchi. Y así fue que luego de un par de sofocones durante los primeros minutos (lógicos y esperados) el equipo se asentó y empezó a mandarle mensajes al local: "guarda que en cualquier momento te vacunamos". Primero llegó un aviso de Palacio: gran contraataque generado por Caranta, pero Rodrigo la tiró afuera en el mano a mano. Pero en la siguiente, el bahiense no perdonó: la colgó de un ángulo y andá a cantarle a Roberto Carlos. ¡Golazo!
El tanto derrumbó al equipo local, y Boca, como esos tiburones que huelen la sangre de un herido, fue a rematar a su presa. Dátolo, de gran partido, mandó en centro preciso para la platinada cabeza de Palermo que tras un gran frentazo puso el 2-0. ¡Otro golazo!
En la segunda mitad Cruzeiro salió con todo en busca de los cuatro goles que necesitaba para quedarse con la serie. Y pese a descontar a los doce minutos, mucho más no pudo hacer. O mejor dicho, mucho más no le dejaron hacer. Es cierto que tuvimos un poco de fortuna en un remate en el palo y que los brasileros erraron algunas situaciones claras, pero bueno, de eso ya conocemos bastante nosotros, ¿no?
¿¡Qué decir que no esté dicho o no se vaya a decir!? Es un verdadero orgullo sentirse representado por estos jugadores. Ver el hambre de gloria que tienen históricos como Palermo, Riquelme o Battaglia a uno lo deja tranquilo. Es verdad que falta un largo camino. También es verdad que la defensa mejoró pero aún no da garantías. Pero cuando se pone todo en la cancha, uno duerme sin frazada. Más allá de los resultados.

Un mensaje para los hijos

Hay que admitirlo: el afiche oficial de este superclásico no está tan ocurrente como otros de años anteriores. Pero a decir verdad, ¡nos estamos quedando sin argumentos!

Pero eso no es todo. Los muchachos de La Mitad Mas 1 armaron sus propios afiches para cargar a los plumáceos. Pasen y vean.



Por último, un consejo para tener bien presente: un buen padre vacuna a sus hijos antes del invierno.

Papá volvió de vacaciones

Boca Juniors 1 - River Plate 0

Volvió papá y se acabó lo que se daba. Ya en el verano los plumáceos habían tenido una muestra de que su "rachita" era historia y que pronto las cosas volverían a la normalidad. Y hoy, por los puntos, los jugadores de Boca representaron fielmente nuestros colores, dejaron la vida en la cancha y desplumaron a las gallinas.
Muchos factores podemos mencionar a la hora de justificar el triunfo xeneize. En primer lugar, la actitud de los jugadores: pusieron todos los huevos del mundo. También podemos destacar la firmeza de la defensa (apareció cuando más la necesitábamos), el corazón de Battaglia, la astucia de Riquelme, los pulmones de Palacio, la garra de Morel y al glorioso y siempre presente Jugador Nro. 12.
Del otro lado, se acabaron muchas mentiras. Porque el "audaz" Simeone dejó en el banco a Abreu y a Ferrari, poniendo en su lugar a un rústico central como Gerlo. Es fácil imaginar la charla técnica: "Muchachos, a colgarse del travesaño que el puntito vale oro". ¿Buonanotte? Lo sacaron para cambiarle los pañales. ¿Ortega? Estuvo pensando en la Copa (de vino). ¿Tuzzio? No cabeceó ni una pelota por miedo a pincharla con los cuernos (por suerte, ya no es el único cornudo del plantel gracias a la llegada del DT). ¿Falcao? Se olvidó de la Biblia y pegó una patada que era para roja directa. ¿Alexis Sánchez? Todos pensamos que era morochito, pero se lo vió más pálido que a su camiseta.
Ni bien el árbitro pitó el inicio del partido, fue fácil darse cuenta qué equipo quería ganar. Boca salió con más determinación, aunque la primer jugada clara la tuvo al cuarto de hora: Palacio quedó mano a mano pero Carrizo la mandó al córner. Por suerte para el bahiense y para todos los xeineizes, no hubo mucho tiempo para lamentos. Riquelme mandó un centro preciso y Battaglia la mandó adentro... ¡bien adentro! (vos me entendés, gallina). Además del buen cabezazo de Sebastián y del preciso envío de Román, lo que vale la pena destacar es la inteligencia del enganche: llamó a Palacio simulando jugar un córner corto, sacó a dos plumáceos de su área y mandó el centro cuando había pocos defensores visitantes. Y después dicen que Riquelme es lento... ¡por Dios!
De allí en más, el partido fue un monólogo. Boca cuidaba con uñas y dientes el resultado, River quería pero no podía y la sensación era que en cualquier momento acertábamos una contra y abrochábamos a los plumáceos. La única situación de peligro que generó el millonario en todo el partido fue a cinco minutos del final, cuando un cabezazo de Abreu se fue por encima del travesaño. El resto, todo de Boca, tanto por fútbol (lo poco que hubo) como por actitud (eso sí que sobró en nuestro bando).
Final: 1-0 y delirio, festejo, locura. Volvimos a atender a nuestros hijos, y por un buen tiempo la van a tener bien atragantada (digo, la espina de haber perdido un superclásico... ¿qué pensaron?). Ahora el miércoles se viene otra final por la Copa: la revancha de octavos contra Cruzeiro. Si el equipo se recupera físicamente, la fiesta puede prolongarse por un tiempo más.


Los trapos de papá. A continuación, las mejores banderas bosteras, gentileza de los amigos de La Mitad Mas 1.