Un 2009 de terror
El primer tiempo de Boca fue de lo peor que vi en lustros. Y este 2009 parece encaminado a convertirse en un año inolvidable... ¡por las paupérrimas y lastimosas actuaciones! Y antes de arrancar a despacharme a gusto, voy a salvar a algunas cabezas. El Coco Basile, dentro de una larga lista de responsables, es quien sale más airoso. Battaglia y Palermo: intocables. ¿El Pato y Román?: gracias por el pasado pero vuelvan pronto porque los necesitamos.
Pero como diría el recordado Guillermo Nimo, perlas negras es lo que sobra. Monzón no puede jugar en la primera de Boca, pero a los turros que pidieron más plata ante la millonaria oferta de un club alemán habría que buscarlos y empalarlos por el orto en la torre de Interama (uff, estoy delatando mi edad). La renovación de Ibarra fue un pésimo negocio para Boca, y aunque al Negro lo admiro y lo llevo en el corazón, debo reconocer con todo el dolor de mi alma bostera que ya está de vuelta. Y para no seguir haciendo nombres y derrochando caracteres, meto en la misma bolsa a la defensa, algunos juveniles, otros grandes pero intrascendentes... ¡y a los dirigentes! La Comisión Directiva y los que conducen a Boca son los principales responsables de este penoso presente.
Me estoy desviando por la tangente, así que volvamos al partido de hoy. Estudiantes fue abrumadoramente superior a Boca. En el primer tiempo quedó corto el 1-0, y aunque el empate de Palermo al inicio del complemento nos dio esperanzas, fueron tan efímeras que no duraron ni más de 5 minutos.
¡Terrorífico! Así se puede describir el 2009 del xeneize. La punta está lejos, la Copa 2010 también, pero lo que más lejos está es diciembre y la bendita fecha en que se acabe esta maldición llamada Torneo Apertura 2009.
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