La Gloria fue para Boca
Boca Juniors 3 - Instituto 0
Se podría decir que para Boca, hoy fue una tarde de G: ganó, goleó y gustó. Y encima, la víctima fue la Gloria (apodo que hoy le quedó bastante grande a la institución cordobesa).
Para Boca fue un partido redondo, incluso hasta en el resultado, ya que enhorabuena pudimos conservar el arco en cero. Desde el pitazo inicial se observó a los xeneizes saliendo a buscar el partido, y al equipo visitante con un planteo demasiado conservador. En realidad, y sin pecar de soberbio, no me viene a la mente ni una sola situación de gol de Instituto en toda la primera mitad.
Pero claro, los goles no se merecen: se hacen. Los minutos pasaban y lo que Boca insinuaba no se concretaba en las redes visitantes. Hasta que uno de los tantos desbordes de Krupoviesa (de gran partido) terminó con un centro bajo y el oportunismo del Titán Palermo para romper la virginidad del marcador.
De ahí en más, historia conocida: el rival se descontroló, Boca aumentó enseguida y se fueron al descanso para prepararse para una segunda mitad que para los xeneizes fue casi como un entrenamiento.
Un parámetro del buen partido que jugó Boca, independientemente del rival, es que resulta muy difícil elegir a la figura del partido, ya que nadie sobresalió pero hubo varios puntos altos en todas las líneas.
¡Cómo no ilusionarse, amigos bosteros! Equipo, hay. Pero el camino a recorrer es muy largo, y recién estamos dando los primeros pasos.
Se podría decir que para Boca, hoy fue una tarde de G: ganó, goleó y gustó. Y encima, la víctima fue la Gloria (apodo que hoy le quedó bastante grande a la institución cordobesa).
Para Boca fue un partido redondo, incluso hasta en el resultado, ya que enhorabuena pudimos conservar el arco en cero. Desde el pitazo inicial se observó a los xeneizes saliendo a buscar el partido, y al equipo visitante con un planteo demasiado conservador. En realidad, y sin pecar de soberbio, no me viene a la mente ni una sola situación de gol de Instituto en toda la primera mitad.
Pero claro, los goles no se merecen: se hacen. Los minutos pasaban y lo que Boca insinuaba no se concretaba en las redes visitantes. Hasta que uno de los tantos desbordes de Krupoviesa (de gran partido) terminó con un centro bajo y el oportunismo del Titán Palermo para romper la virginidad del marcador.
De ahí en más, historia conocida: el rival se descontroló, Boca aumentó enseguida y se fueron al descanso para prepararse para una segunda mitad que para los xeneizes fue casi como un entrenamiento.
Un parámetro del buen partido que jugó Boca, independientemente del rival, es que resulta muy difícil elegir a la figura del partido, ya que nadie sobresalió pero hubo varios puntos altos en todas las líneas.
¡Cómo no ilusionarse, amigos bosteros! Equipo, hay. Pero el camino a recorrer es muy largo, y recién estamos dando los primeros pasos.
Etiquetas: Torneo Apertura 2005