No pudo pinchar la mala racha

Estudiantes 1 - Boca Juniors 0

Boca llegó a los 10 partidos sin victorias en el torneo local, igualando la peor racha de toda su historia. La bronca es lógica, mucha y grande, por cierto. Y si bien en estos momentos lo único que importa es ganar, no se puede dejar de reconocer que el de hoy fue probablemente el partido donde el xeneize fue más superior a su rival en todo el año. Sin embargo, el equipo no pudo pinchar la racha, y se impuso el Pincharrata.
En el primer tiempo la más clara fue del xeneize, tras un buen centro de Sánchez Miño y un potente cabezazo de Silva que el arquero local sacó prodigiosamente con una mano. En general, el trámite fue parejo pero sobre el cierre de la etapa fue el xeneize quien se mostró más incisivo. Además, en el fondo Orión no tuvo casi trabajo.
En el complemento Boca dominó más las acciones y mostró algo de juego asociado, cosa que no se venía viendo en partidos anteriores. Lautaro Acosta estuvo muy movedizo y el pibe Nahuel Zárate redondeó un muy buen partido, proyectándose como un lateral con buen futuro en el club. Lastimosamente, Estudiantes llegó al gol tras un buen pase en profundidad que dejó a Zapata sólo contra Orión, y a pesar de que el arquero boquense tapó el remate, el rebote le quedó a merced de Maximiliano Núñez. ¡Justo ese apellido nefasto nos embocó, cuando el xeneize era mucho más que el Pincha!
Bianchi mandó tres cambios juntos a la cancha: Paredes, Ledesma y Bravo, en lugar de Somoza, Erbes y Escalante. Hubo una jugada que pudo y debió hacer cambiado el rumbo del partido: Acosta se metió en el área y fue derribado claramente por Desábato, pero Abal no cobró nada. ¡Fue un penal escandaloso! ¡Nuevamente un fallo arbitral que nos perjudica flagrantemente!
En los últimos minutos, Boca tuvo un par de ocasiones (siempre teniendo a Paredes como protagonista), y ya en el epílogo, Magallán dio mal un pase en el fondo y nuevamente Orión tapo una pelota de gol que hubiera agigantado aún más este resultado ya de por sí injusto.
Positivo no hay nada cuando alcanzás 10 partidos sin victorias. Pero si queremos rescatar algo, podemos mencionar que hoy Boca fue mucho más que Estudiantes, que el equipo mostró por momentos volumen de juego, y que hay pibes que merecen ser tenidos en cuenta mucho más seguido (Zárate y Paredes, por ejemplo).
Se vienen dos semanas cruciales, que me animo a decir, pueden marcar los meses siguientes en Boca: primero el partido de ida copero antes el poderoso Corinthians, luego el superclásico, y finalmente la revancha en Brasil para ver si podemos acceder a los cuartos de final de la Libertadores. Como viene jugando el equipo, vamos de punto a todos lados. Sólo le pido a los jugadores que dejen la vida en cada pelota (como hoy, sin ir más lejos): "Ohhh, nosotros alentamos, pongan huevo, que ganamos".

Un juez de línea Pirata

Boca Juniors 0 - Belgrano 0

Ernesto Uziga. Ese es el nombre del delincuente, disfrazado de juez de línea, que hoy hizo una de Piratas y le robó a Boca un botín tan valioso (y escaso por estos días) como lo es un gol a favor. Iban menos de dos minutos de juego, cuando el tiro libre de Román era devuelto por el palo, pero Blandi empujó el rebote y Farré la sacó claramente de adentro. Bueno, claramente para todo el estadio menos para el juez asistente, quien con su vergonzosa decisión influenció al juez principal para que nos despojaran en ese momento de un gol que pudo haber cambiado el rumbo del partido.
Boca volvió a cosechar un empate y hay poco para rescatar. Como positivo podemos decir que hoy no nos convirtieron, y que el equipo, pese a hacer un discreto partido, mostró ganas y empuje para tratar de revelarse y conseguir la ansiada victoria. Cabe mencionar, sin que suene a excusa, que Riquelme salió lesionado cuando promediaba el primer tiempo, y que luego la lesión de Caruzzo hizo que Boca terminara alineando a una formación con muchos pibes.
Ojo, que no se interprete el párrafo anterior como excusa. Boca tiene que ganar y no logró, nuevamente, quedarse con los tres puntos. La verdad de la milanesa es que luego de ver partidos tan paupérrimos de Boca, cuando el xeneize tiene una actuación mediocre se parece a Holanda del 74.
El primer cuarto de hora del primer tiempo mostró a un Boca dinámico y punzante. Sin embargo, luego el equipo se fue desdibujando. El segundo tiempo fue parejo hasta promediar dicha etapa, donde Boca tuvo lapsos donde generó situaciones aisladas. Tuvimos algunas chances claras en los pies de Pol Fernández y en la cabeza de Magallán, pero terminamos aplaudiendo a Orión cuando Carranza, en la última del partido, casi se gana la tapa del próximo matutino.
Sabido es que con el diario del lunes todo es más fácil. Pero aquí, el diario del jueves ya fue suficiente para marcar un error del querido Carlos Bianchi. La decisión del cuerpo técnico fue poner un equipo alternativo en San Juan para llevar a los titulares a México (estando ya clasificados, pero con el afán de salir primeros). La realidad muestra que en San Juan nos comimos 6, en Toluca los titulares perdieron (y quedamos igualmente segundos) y hoy el físico de algunos jugadores pasó facturas y terminamos con dos lesionados. ¿No hubiera sido mejor llevar titulares a San Juan y poner un equipo alternativo en la altura de México? Con el diario del jueves pasado, parece que sí. Con el de mañana, no quedan dudas.

Ay, manito...

Toluca (México) 3 - Boca Juniors 2

Los aproximadamente 2.686 metros sobre el nivel del mar en donde se encuentra el estadio Nemesio Díez (La Bombonera del Toluca), paradójicamente fueron testigos de un Boca sin altura. Tras una nueva y decepcionante derrota ante un conjunto mexicano ya eliminado, no sólo que el xeneize no pudo concluir liderando la zona o al menos ubicarse mejor en el lote de los segundos, sino que pasó de ronda siendo uno de los escoltas más flojos y tendrá un duro cruce en octavos, con un rival aún a confirmar. Aunque seamos realistas: por lo visto hasta el momento, cualquier rival es duro para este endeble Boca de Bianchi.
La defensa nuevamente fue un desastre, y a poco de comenzado el encuentro, un pase en profundidad le permitió a Edgar Benítez vencer a un resignado Orión. ¡Cómo se puede defender tan mal, carajo! Los boquenses intentaron reaccionar pero redondearon un primer tiempo muy flojo. Sin embargo, en el epílogo, una mala salida del portero local le permitió a Somoza empatar las acciones de cabeza e irnos al descanso 1-1.
En el complemento, el equipo siguió defendiendo mal. Es verdad que el segundo gol se inició con una flagrante mano no cobrada a un jugador azteca, pero no seamos llorones: eso ocurrió a más de 50 metros del arco, y los jugadores xeneizes se volvieron a dormir para que Flavio Santos cabeceara hacia el 2-1. Boca allí pareció reaccionar y llegó al empate transitorio tras una buena combinación de Blandi para un mejor remate desde afuera de Pol Fernández. ¡Golazo!
Y cuando el partido parecía estar servido para el xeneize, luego de dos remontadas y con algunos minutos por delante, llegó otro mazazo. O mejor dicho, otro centro y otro cabezazo de Flavio Santos para sellar el 3-2 final. El Toluca puedo haber marcado el cuarto, pero el travesaño esta vez se apiadó de nosotros.
Consumada la derrota xeneize y a sabiendas de la derrota del Nacional uruguayo, me da más bronca el hecho de saber que con poco y nada, pudimos haber ganado el grupo (pero finalmente, pasamos como uno de los peores clasificados).
Muchos afirman que la verdadera Copa arranca en octavos, con los partidos mano a mano. Me tienta pensar en la mística xeneize, y por qué no, soñar que todo puede cambiar de la noche a la mañana. La realidad es dura: así, no le ganamos a nadie, ni de local ni de visitante. O mejoramos (y mucho), o nuestro sueño copero vence en dos partidos.

¡Vergonzosa goleada en San Juan!

San Martín (San Juan) 6 - Boca Juniors 1

Justo en el cumple del blog me toca escribir una de las páginas más dolorosas de los últimos tiempos. Se puede perder, sí. Se puede ser goleado, también. ¡Pero no de la forma que ocurrió hoy! La última goleada de esta magnitud que me viene a la mente fue la sufrida ante Rosario Central, 7-2, allá por el 2003 pero en otro contexto totalmente distinto: Boca festejaba la obtención de la Copa Libertadores en la Bombonera y fue un elenco plenamente juvenil el que sucumbió en Rosario. Esta tarde Boca presentó un equipo titular y fue vapuleado por un conjunto que hacía 16 partidos que no conocía la victoria. Al igual que contra Unión, nuevamente es un equipo con un pie en el Nacional B el que le propina tremenda paliza al xeneize.
La tarde empezó definitivamente mal. Boca arrancó dormido y los locales, a pura movilidad, tardaron apenas dos minutos en abrir el marcador. Los defensores boquenses, espectadores de lujo. Minutos más tarde, San Martín llegaría al segundo ante un pésimo cálculo de Ustari que fue sorprendido adelantado ante un remate desde muy lejos. Boca no generó peligro salvó por un remate en el palo de Colazo, y por el penal convertido por Silva. Pero el descuento provisorio del calvo goleador boquense duró menos de lo que dura un pedo en una canasta, porque el Santo sacó del medio y en el primer ataque ya se puso nuevamente arriba por dos (3-1). Y para colmo, en el epílogo del primer tiempo el colombiano Osorio anotó el contundente 4-1.
Boca se fue al descanso tres goles abajo, y créanme amigos, pudieron ser más. Tal era el desconcierto xeneize que mientras Silva se preparaba para rematar (y convertir) su penal, Caruzzo y Sánchez Miño se decían de todo por los desacoples en el fondo. Yo me pregunto, ¿¡qué carajo puede decir Caruzzo, si no para ni al viento!? Por eso no sorprendió que Bianchi lo sacara en el entretiempo, al igual que a Clemente (¡no me vengan con que lo está cuidando para enfrentar a Toluca, por favor!)
Con los pibes Magallán y Escalante de entrada en el complemento, por supuesto, nada cambió. Por suerte, y remarco lo triste de estas palabras, San Martín solamente nos hizo dos goles más en el complemento, porque la tarde pudo ser más negra de lo ya oscura que resultó.
Lo de hoy fue vergonzoso, un insulto y una verdadera falta de respeto al hincha de Boca. Jugadores sin sangre que se pasearon por el estadio Hilario Sánchez sin pena ni gloria, sin rebeldía y sin actitud para caer el menos de pie ante un rival tan frágil que la de hoy fue su primera y única victoria ante nuestro amado club.
Sin lugar a dudas, Bianchi deberá apelar a cirugía mayor (sin anestesia) y borrar a los numerosos mediocres que no merecen ponerse la auriazul (Cellay y Caruzzo, a la cabeza).

¡Cumplimos 8 años!

Hace exactamente 8 años empecé esta aventura de crear un espacio donde pudiera compartir mi amor por Boca con otros xeneizes de corazón, y hoy me siento orgulloso de lo logrado.
Han sido varios años de alegrías, festejos, emociones, y algún que otro sinsabor, pero siempre con una premisa: ¡Boca es lo más grande que hay!
Como siempre, quiero agradecer en primer lugar a los que más me bancan y apoyan en esta travesía. ¡Infinitas gracias para Pincel, Titi, Mariano y Ali! Y una dedicatoria muy especial para dos personitas que vienen en camino para sumarse a las filas xeneizes.
Por supuesto, mi saludo y agradecimiento a todos los que leen, siguen, comentan y apoyan este espacio. Si el tiempo me lo permite, este año sí se vendrán algunos cambios y novedades.
¡Feliz cumple, blog!

Campeón de Boca

Volvió Guille pero también el empate

Boca Juniors 0 - Lanús 0

No fue una noche más, sin dudas. Guillermo, uno de los últimos y más grandes ídolos boquenses, pisó nuevamente la Bombonera, y los hinchas no nos cansamos de ovacionarlo por todo lo que le dio a la institución. Claro está, después hubo un partido de fútbol donde Boca tenía como misión arrebatarle los tres puntos a este Lanús puntero e invicto.
Boca redondeó un partido correcto y podemos decir que mejoró con respecto a presentaciones anteriores. Sin embargo, este nuevo empate, el cuarto consecutivo en el torneo doméstico, nos deja más que relegados de la punta cuando el campeonato todavía está en pañales. Si bien el xeneize fue más que el Granate, hoy faltó precisión para poder convertir el tanto que nos diera la victoria. La más clara fue de Blandi, quien tras pase de Palacios logró eludir al arquero visitante pero su remate rebotó en el poste. También tuvieron algunas chances Riquelme, Pol Fernández y Sánchez Miño, pero el destino parecía escrito y tenía la forma redonda de un cero. O de dos, porque Lanús no llegó demasiado a la valla defendida por Orión.
Ahora habrá que viajar a México, ya clasificados, pero a buscar una victoria que nos permita quedarnos con el Grupo 1 de la Copa Libertadores, o al menos clasificar segundos pero en una mejor posición.
Aún tendrá una ardua tarea Carlitos Bianchi, si quiere con este equipo pelear o ni hablar obtener alguno de los torneos en disputa. La Copa es la gran obsesión y nos encuentra mejor perfilados si tenemos en cuenta que se viene la fase de eliminación mano a mano. Sin embargo, no hay que tentar a la suerte ni a nuestra historia mística: si el equipo no levanta, será difícil festejar algo en el semestre.

Maleficio, soplame la vela

Boca Juniors 1 - Barcelona (Ecuador) 0

¡Y qué mejor día para que se termine el maleficio de local que el del propio cumpleaños boquense! Boca ganó, de local, se acomodó en el grupo, pero ahora deberá rezar por un triunfo de Nacional (Uruguay) sobre Toluca (México), porque de llegar con chances el conjunto mexicano a la última fecha, deberemos viajar a tierra azteca a no perder (cualquier derrota nos impedirá pasar de ronda).
Fue sin dudas una jornada agitada y marcada por las lesiones. Lo de Boca ya es una enfermería. Ledesma no jugó ni un cuarto de hora, Franco Sosa se retiró desgarrado y Burdisso terminó a duras penas el partido en cancha porque ya Bianchi no tenía más cambios.
El primer tiempo xeneize fue de lo mejorcito del semestre. Ya a los 8 minutos se abrió el marcador tras un corner corto y un centro que Burdisso (gana más en área ajena que en la propia) le bajó a Blandi para que nuestro goleador en racha siguiera mojando. Y el propio Blandi pudo haber anotado el segundo pero el travesaño rechazó su cabezazo. Pol Fernández tuvo otra clara pero remató al cuerpo del arquero. ¿Barcelona? Poco y nada; tuvo ataques esporádicos y sólo preocupaba con la velocidad de Arroyo.
Ahora, el segundo tiempo fue diametralmente opuesto al primero. Boca nunca pudo tener la pelota y el conjunto ecuatoriano nos puso en serios apuros, al punto que terminamos pidiendo la hora. Orión volvió a lucir muy seguro, demostrando que es arquero para Boca.
Sobre el final se paralizaron todos los corazones boquenses, pero el árbitro del partido recordó que estaba asistiendo a una fiesta de cumpleaños, y como no había llevado regalo omitió el penal de Caruzzo sobre Damián Díaz (¿o habrá visto el arbitraje de Laverni contra el Rojo y quiso poner un manto de justicia?).
Triunfo vital, mis amigos. Pero me duele compartir una sensación, que les juro con el alma, espero sea errónea. Un equipo con aspiraciones de ganar la Copa, estos partidos los debe superar con holgura. Este Boca luce endeble y por lo demostrado hasta aquí por otros equipos, la sensación es que, de pasar la fase de grupos, cualquier equipo nos puede eliminar de un plumazo. A favor de Boca, la historia y el hecho sabido que en octavos empieza la verdadera Copa. De allí mi esperanza a que uno contra uno, Boca haga pesar toda la mística que hasta el momento dijo ausente.

¡Felices 108!

Que los cumplas, Boca Juniors... ¡Que los cumplas, feliz!