GGM (Ganó, Goleó y Madrugó)
Boca Juniors 4 - Newell´s Old Boys 1
Tan sólo 33 segundos debimos esperar para soltar el grito sagrado de gol. Así es, Boca arrancó con todo, como si la victoria ante los sanjuaninos fuera un bálsamo que despertó a los jugadores y les recordó que son los actuales campeones del fútbol doméstico. Y la madrugada fue completa: a los 5 minutos y monedas, Tévez de tiro libro puso al xeneize 2-0 arriba. El tercero llegó promediando los 36 minutos de la etapa inicial, tras un centro y un remate de Jonathan Silva que se desvío en un jugador leproso (medio gol para Insaurralde, que intentó un cabezazo que no conectó, pero su amague involuntario desacomodó al arquero visitante).
El primer tiempo terminó 3-0, pero créanme que pudieron ser muchos más. Tévez estuvo afilado y el equipo generó todas las situaciones de peligro que no habían aparecido en el 2016. Se pudo haber convertido algún gol más, y mismo terminó la primera etapa luego de un mano a mano donde el Apache, de manera involuntaria, lesionó al arquero de Ñuls que salió rápido a cortar una acción de gol (ya me imagino a los anti-Boca saliendo a hablar de mala leche... esperen unas horas, nomás).
En el complemento, Ñuls pareció despertar y Boca fue quien salió dormido. En los primeros 15 minutos el xeneize se mostró apagado; no digo que confiado por el resultado pero sí bastante expectante. No sorprendió que a los 11 minutos la visita descontara, pero por suerte el equipo asimiló el golpe y se volvió a poner en partido. Y fue nuevamente Tévez quien comandó un ataque, desbordó en velocidad y tras su centro de la muerte fue Palacios quien selló el encuentro (¡gran partido del tucumano!).
Resta decir que el de hoy fue el mejor partido boquense en todo el año. Boca se acomodó nuevamente en el torneo, pero lo mejor es que esta levantada llega justo a escasos días de arrancar un nuevo sueño copero. ¡A seguir por esta senda, muchachos!
Tan sólo 33 segundos debimos esperar para soltar el grito sagrado de gol. Así es, Boca arrancó con todo, como si la victoria ante los sanjuaninos fuera un bálsamo que despertó a los jugadores y les recordó que son los actuales campeones del fútbol doméstico. Y la madrugada fue completa: a los 5 minutos y monedas, Tévez de tiro libro puso al xeneize 2-0 arriba. El tercero llegó promediando los 36 minutos de la etapa inicial, tras un centro y un remate de Jonathan Silva que se desvío en un jugador leproso (medio gol para Insaurralde, que intentó un cabezazo que no conectó, pero su amague involuntario desacomodó al arquero visitante).
El primer tiempo terminó 3-0, pero créanme que pudieron ser muchos más. Tévez estuvo afilado y el equipo generó todas las situaciones de peligro que no habían aparecido en el 2016. Se pudo haber convertido algún gol más, y mismo terminó la primera etapa luego de un mano a mano donde el Apache, de manera involuntaria, lesionó al arquero de Ñuls que salió rápido a cortar una acción de gol (ya me imagino a los anti-Boca saliendo a hablar de mala leche... esperen unas horas, nomás).
En el complemento, Ñuls pareció despertar y Boca fue quien salió dormido. En los primeros 15 minutos el xeneize se mostró apagado; no digo que confiado por el resultado pero sí bastante expectante. No sorprendió que a los 11 minutos la visita descontara, pero por suerte el equipo asimiló el golpe y se volvió a poner en partido. Y fue nuevamente Tévez quien comandó un ataque, desbordó en velocidad y tras su centro de la muerte fue Palacios quien selló el encuentro (¡gran partido del tucumano!).
Resta decir que el de hoy fue el mejor partido boquense en todo el año. Boca se acomodó nuevamente en el torneo, pero lo mejor es que esta levantada llega justo a escasos días de arrancar un nuevo sueño copero. ¡A seguir por esta senda, muchachos!
Etiquetas: Torneo de Primera División 2016
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