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Campeón de Boca

domingo, febrero 23, 2014

¡Bianchi no se va!

Boca Juniors 1 - Estudiantes 0

El veredicto del hincha fue tan claro como predecible: ¡Bianchi no se va! No es para menos con todas las alegrías que nos dio el Virrey. Así que con esa presión a cuestas, los jugadores salieron a jugar un partido clave, conscientes que de no conseguir la victoria serían ellos los principales apuntados (obviamente, junto a los dirigentes).
Si bien Boca no lució y estuvo lejos de redondear un partido brillante, creo que la victoria fue justa y nos dejó cosas rescatables (al margen de las 3 unidades, claro está). En primer lugar, la actitud de los jugadores. Corrieron, metieron y demostraron tener el orgullo herido. En segundo lugar, y al margen de que la seguidilla de partidos suene a excusa, el mensaje del DT con los cambios en el once inicial. Léase, nadie es irreemplazable, por más que haya llegado como refuerzo (Grana) o sea el jugador a vender en el próximo semestre (Sánchez Miño). Y por último, los refuerzos. Me refiero al Monito Perotti, quien debutó y jugó algunos minutos, y los regresos de JR Riquelme y Diego Rivero.
Cuando se extinguía la primera mitad, el xeneize llegó al gol tras un corner y un prodigioso cabezazo de Gigliotti. Parece mentira, pero el juego aéreo que tantos dolores de cabeza nos da, nos permitió ponernos en ventaja precisamente ante Estudiantes (equipo que saca oro de cada pelota parada). Hasta ese momento, el trámite del partido había sido parejo, pero Boca había mostrado más hambre de ganar.
Ya en el complemento, Boca se retrasó, llegaron los cambios y hubo que ponerse el overol para defender el resultado. Fue un acierto de Bianchi el ingreso de Riquelme, quien cumplió a la perfección el pedido de aguantar el balón, manejar los tiempos y enfriar el partido. Incluso de los pies de Román generamos la situación más clara de peligro. Orión no pasó grandes sofocones, pero recién con el pitazo final pudimos respirar aliviados tras conseguir esa victoria tan imperiosa.
Esperemos amigos que este triunfo sea el puntapié de partida para mejorar y empezar a sumar por triplicado cada fin de semana. Es difícil predecir para qué está Boca, con el torneo recién en pañales. Está claro que mejorar hay que mejorar muchísimo. Pero al menos tendremos la próxima semana otra dura prueba que nos permitirá saber si lo de hoy fue sólo un espejismo o si realmente hay material para pensar en un futuro más promisorio.

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jueves, febrero 20, 2014

La primera vez duele

Atlético Rafaela 1 - Boca Juniors 0

Por primera vez en su historia, Boca perdió un partido oficial ante Atlético Rafaela. ¡Y vaya si duele! No solamente por los puntos en el camino y la lejanía de la cima (ni con binoculares la podemos avizorar), sino por el pobre presente y la crisis en la que estamos inmersos. Una crisis que excede lo futbolístico y abarca lo institucional.
Antes de seguir escribiendo, voy a fijar posición. Más allá de errores puntuales o el hecho de no haber encontrado el equipo (con jugadores que él mismo trajo), banco a muerte a Carlos Bianchi. El hincha de Boca no come vidrio ni es malagradecido, y todos los títulos que el Virrey nos dio quedarán por siempre grabados a fuego en nuestros corazones. ¿Eso significa que sea intocable e incuestionable? No, desde ya. Pero acá claramente hay una campaña desde algunos medios y desde la interna dirigencial xeneize que apunta a desgastar la imagen de Bianchi y forzarlo a dejar su cargo sin quedar expuestos. Antes de eso, renuncien ustedes, dirigentes corruptos e ineptos. ¡Y llévense a un par de jugadores sin alma!
Los primeros minutos del encuentro mostraron a un conjunto boquense mejor parado en cancha, pero con el correr de los minutos el equipo se fue desdibujando. De hecho, al final de los primeros 45 minutos, terminó siendo Orión el responsable de que no nos vayamos a las duchas en desventaja.
En el complemento, el local se puso en ventaja a través de un cabezazo que se desvió en Ledesma. Y francamente, no fue sorpresa que el gol de la Crema haya llegado de pelota parada porque en todo el encuentro cada centro al área xeneize nos hizo tambalear. Boca fue con empuje y ganas, pero sin muchas ideas. Dentro de los pocos jugadores rescatables, se puede mencionar al juvenil Luciano Acosta, quien la pidió siempre y jugó suelto (cuando a muchos otros le pesan las piernas... y algo más).
Se vendrán días difíciles y el partido contra Estudiantes será bisagra. Quizás sea una ventaja tener revancha tan rápido y enfrentar al líder con puntaje ideal. Es la gran chance del despegue (del fondo). Pero el margen de error se acabó hacer rato para todos.

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domingo, febrero 16, 2014

Nos dejaron vacíos

Boca Juniors 2 - Belgrano 3

Vacíos. Por donde se lo mire. Vacías las tribunas (por la sanción, se jugó a puertas cerradas), vacía el alma, vacía la ilusión, vacíos los puntos. Hoy escribo con el dolor de ver a un club en camino a ser devastado. ¿Exagerado? ¡Ojalá!
Hace una semana hablaba de un auspicio debut, y temía que alguien me critique por conformista. Y no estaría mal, ya que Boca debe salir a ganar en todas las canchas, y un punto, aunque de visitante, no es para celebrarlo con bombos y platillos. Pero el complicado presente de nuestro amado club hizo que yo le diera un valor importante (quizás mayor al que le corresponde por nuestra historia). Hoy, tan sólo una semana luego, me doy cuenta que no exageraba en rescatar el valor de ese punto traído de Rosario, ya que de locales no fuimos capaces de sumar ante Belgrano, sino más que una dura derrota. Durísima, diría; porque caló hondo en la ilusión del hincha.
¿Cómo se puede pasar de un aceptable primer tiempo que nos vio retirarnos en ventaja 1-0, a ese tibio y blando complemento donde en tan sólo un minuto el rival nos empata y el equipo se desinfla? Duelen los puntos, se sufre por la derrota, pero créanme que en mi caso, la estaca clavada es ver que la actitud de algunos jugadores no es la que uno espera.
Forlín nos había puesto en ventaja tras un lindo gol en una pelota parada muy bien trabajada en la semana. Pero el complemento arrancó con un grave error de un flojito Zárate, que le permitió a un ignoto delantero de la B (y lo de ignoto va con tanto respeto como realismo) empatar las acciones. Pero eso no sería todo en la negra noche del lateral: minutos más tarde, infantil penal que le permitió a Belgrano adelantarse en el marcador. No hubo lugar para más errores: Bianchi sacó a Nahuel Zárate en lo que algunos relatores llaman CC (cambio cantado).
Sobre el final, el Picante Pereyra puso el transitorio 1-3, hasta que finalmente el juvenil Luciano Acosta anotó un lindo gol para clausurar el partido. Justamente, el pibe xeneize es de lo poco a rescatar, tanto del verano como de esta oscura noche estival.
¿Qué debe hacer Bianchi? Sonaría simplista dar consejos desde aquí. Si hablamos en términos de guerra, diría que ver a sus dirigidos a los ojos y definir con quienes puede ir al frente y a quienes debe dejar a un costado. Sería fácil caerle con todo a Zárate y hacerlo ver como el único responsable de la derrota de esta noche. Desde ya que no lo es, lo cual no quita que deba salir del equipo (entre otras cosas, también para preservarlo). ¿Serán Román y Perotti la solución definitiva? En lo defensivo, está claro que no pueden serlo.
Se acabo el tiempo de descuento, señores. No para Bianchi, a quien siempre llevaré en un lugar de mi corazón boquense. Se les acabó el tiempo a algunos jugadores, y sobre todo a estos impresentables dirigentes que tienen a nuestro club a la deriva.

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domingo, febrero 09, 2014

¡Pingüino Rodríguez!

Newell´s Old Boys 0 - Boca Juniors 0

En líneas generales, se puede decir que fue auspicioso el debut xeneize en este Torneo Final 2014. Claro, después del patético verano y del cierre de semestre anterior, con muy poco uno tendría material para ilusionarse. Y a pesar de que Ñuls también arrastra una larga serie sin victorias, debutar de visitante, en Rosario y ante uno de los equipos que mejor maneja el balón no es sencillo, con lo cual con el correr de las fechas podremos confirmar si este punto suma o resta.
La figura del partido fue Éver Banega, quien sonó para regresar a Boca pero aparentemente no contó con el visto bueno del Virrey al tener ya a Gago en esa posición (priorizando la incorporación de Perotti, quien esperemos pueda meterse en la historia boquense como su papá). Pero si en vez del premio Chamigo a la figura del partido (¡qué antiguo!) habláramos de los premios Oscar, sin dudas que el de mejor actor de reparto se lo llevaría Maxi Rodríguez. ¡Qué actor, por Dios! Quizás con el correr de los años mi fanatismo por Boca me nuble los sentidos, pero escribo convencido de que no hubo penal en aquella jugada que medio país titula como robo descarado. Forlín se tira a barrer, pero el mediocampista leproso simula y cae como si hubiera sido baleado por los secuaces del Patrón Escobar. Conclusión: no fue un berraco penal.

Campeón de Boca dice:
All right! Pingüino Rodríguez,
no fue penal,
y devolvé a Chatrán.

En líneas generales, Boca fue más que Ñuls y tuvo las situaciones más claras. Orión tuvo una tarde tranquila, y aunque el local manejó más el balón, los dirigidos por Bianchi se las arreglaron bien para defender ordenados, presionar, correr y generar algunas chances de gol. Sobre todo con arrestos individuales de Gigliotti, quien tuvo un buen desempeño pero no estuvo nada fino a la hora de la definición.
Si hablamos de volumen de juego, Boca pasó con éxito el primer examen, pero no logró el objetivo final que era la victoria. Esos tres puntos hubieran sido un excelente envión anímico para convencerse de que con otra concentración y actitud se puede pelear en serio el torneo. Ahora habrá que salir a buscar ese triunfo de local dentro de una semana.

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