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Campeón de Boca

jueves, noviembre 27, 2014

Un dolor Monumental

River Plate 1 - Boca Juniors 0

Boca quedó eliminado de la Sudamericana y es muy difícil explicar las sensaciones. Por un lado, dolor. Pero no por la derrota y eliminación a mano de nuestros eternos hijos; sino más bien porque mi parecer es que el partido lo perdemos nosotros y no lo ganan los plumáceos. Y por otro lado, impotencia. Impotencia de ver que regalamos un penal, que fallamos 5 situaciones netas de gol en el primer tiempo, pero que el segundo tiempo no lo salimos a jugar (o al menos, a pelear).
Alguno podrá decirme "¿viste?, el 0-0 en la ida no fue negocio". Claro, siempre es mejor ganar. Pero claramente no quedamos afuera por el empate sin goles en la Bombonera. Quedamos afuera por no haber podido convertir goles en el Mudomental, habiendo tenido varias chances, y encima, sin haber jugado bien. Es decir, jugando mal, con lesionados y con todos los contratiempos que se imaginen, nos perdimos goles hechos, y las gallinas llegaron una vez y se encontraron con un gol de casualidad (Vangioni pateó al arco, le salió centro y le quedó justa a Pisculichi, quien hizo un gol similar al que nos convirtió jugando para Argentinos Juniors).
El partido lo podemos dividir en dos. Aquí va un ensayo de resumen...
Primer Tiempo: Penal para Boca a los 14 segundos (sí, leyeron bien: 14 segundos). Toma el balón Gigliotti (titular a último momento por la lesión de Chávez). Luego de discusiones y láser mediante, toma carrera, apunta y le regala una masita a Barovero. ¡¿Cómo vas a patear un penal así, Puma querido?! ¡Rompele el arco, hermano! Pero así y todo, el xeneize tuvo 4 chances clarísimas de gol: un remate de Carrizo donde el propio Puma no aprovecha el rebote de Barovero, un gol MAL anulado al propio Gigliotti, un cabezazo apenas desviado de Calleri y otro cabezazo del Puma que se fue besando el palo. River llegó dos veces, y una fue gol.
Segundo Tiempo: Réplica del partido de ida, pero con el local teniendo varias situaciones de contra y un Boca tibio que sólo tiró pelotazos y quedó totalmente partido en la cancha. ¡Ni una situación de gol generó Boca en el complemento! Justo cuando más se esperaba que aparezca el equipo.
Se terminó el año, amigos. Y de la peor manera. Sólo resta ganar los dos partidos pendientes del torneo para terminar lo más arriba posible y velar porque no pasen muchos años para volver a ver un equipo boquense competitivo, con nombres y hombres a la altura de lo que es nuestro club. No tengo palabras de reproche para los jugadores: entiendo que con sus limitaciones dieron todo lo que tenían. Pero no alcanzó y no alcanza: esto es Boca. Basta con repasar de memoria el once titular de los años 1998/1999 y compararlo con este plantel, para medir la real jerarquía puesto por puesto, y quizás, no ilusionarnos tanto.

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