¿Hasta la Victoria siempre?
Tigre 2 - Boca Juniors 1
Boca perdió ante el Matador de Victoria y chau campeonato. A falta de una fecha, Lanús aventaja por tres puntos a Tigre y al xeneize sólo le queda apostar todas sus fichas en Japón.
El fútbol es así: se puede ganar, empatar o perder. Pero más allá del resultado, lo único que exige el hincha boquense es que los jugadores transpiren sangre. Y aunque no dudo de la entrega de nuestros muchachos, me duele ver que no podemos aguantar un score favorable, que cedemos protagonismo y esperamos a ver qué pasa, que no liquidamos los partidos y que nos agarran mal parados estando arriba en el marcador. ¿Cuántos encuentros le dieron vuelta al Boca de Lorenzo o al del gran Carlos Bianchi? Pocos, podría contarlos con los dedos de una mano. Y menos aún en una instancia final, donde hacíamos un gol y defendíamos el resultado como leones. La sensación de este Boca de Russo es que en cualquier momento nos vacunan y nunca podemos sentir "listo, partido liquidado".
Boca pagó caro su irregularidad. Pocos partidos jugó bien, en la mayoría tuvo un desempeño mediocre y en otros fue paupérrimo (destacándose el primer tiempo contra Arsenal y el match contra River). Y hoy mismo mostró sus dos caras; un primer tiempo alentador, con algunas llegadas y dominio territorial, y un complemento donde se vio superado, desbordado y sin reacción o rebeldía para cambiar las acciones. Duele decirlo, pero este Boca nunca estuvo para campeón. Sólo llegó a esta instancia por la mediocridad del campeonato y la de sus rivales.
Ahora queda un solo partido y espero de todo corazón que quienes vistan la gloriosa auriazul recuerden la historia reciente con nuestro rival de turno. Los hinchas queremos ganar sí o sí este partido y que los granates no den la vuelta en nuestra cancha. El jugador que no esté dispuesto a correr y matarse por esta camiseta o quiera cuidar la piernita para ir Japón, que se busque otro club. ¡El domingo, a matar o morir!
Pero no todo es tan negro como parece. El anuario del 2007 dirá que ganamos la Copa Libertadores (¡volvé Román!) y aún podemos coronar el año a lo grande ganando el Mundial de Clubes (jugando como hasta ahora, parece una misión imposible). Muchos jugadores ya gozan de una inmunidad ganada a fuerza de títulos. Pero vos, Russo, si realmente querés ingresar en la historia grande de Boca, empezá a equivocarte menos, porque no alcanza solamente con una Libertadores gestada en un 95% por una solo hombre: Juan Román Riquelme.
Boca perdió ante el Matador de Victoria y chau campeonato. A falta de una fecha, Lanús aventaja por tres puntos a Tigre y al xeneize sólo le queda apostar todas sus fichas en Japón.
El fútbol es así: se puede ganar, empatar o perder. Pero más allá del resultado, lo único que exige el hincha boquense es que los jugadores transpiren sangre. Y aunque no dudo de la entrega de nuestros muchachos, me duele ver que no podemos aguantar un score favorable, que cedemos protagonismo y esperamos a ver qué pasa, que no liquidamos los partidos y que nos agarran mal parados estando arriba en el marcador. ¿Cuántos encuentros le dieron vuelta al Boca de Lorenzo o al del gran Carlos Bianchi? Pocos, podría contarlos con los dedos de una mano. Y menos aún en una instancia final, donde hacíamos un gol y defendíamos el resultado como leones. La sensación de este Boca de Russo es que en cualquier momento nos vacunan y nunca podemos sentir "listo, partido liquidado".
Boca pagó caro su irregularidad. Pocos partidos jugó bien, en la mayoría tuvo un desempeño mediocre y en otros fue paupérrimo (destacándose el primer tiempo contra Arsenal y el match contra River). Y hoy mismo mostró sus dos caras; un primer tiempo alentador, con algunas llegadas y dominio territorial, y un complemento donde se vio superado, desbordado y sin reacción o rebeldía para cambiar las acciones. Duele decirlo, pero este Boca nunca estuvo para campeón. Sólo llegó a esta instancia por la mediocridad del campeonato y la de sus rivales.
Ahora queda un solo partido y espero de todo corazón que quienes vistan la gloriosa auriazul recuerden la historia reciente con nuestro rival de turno. Los hinchas queremos ganar sí o sí este partido y que los granates no den la vuelta en nuestra cancha. El jugador que no esté dispuesto a correr y matarse por esta camiseta o quiera cuidar la piernita para ir Japón, que se busque otro club. ¡El domingo, a matar o morir!
Pero no todo es tan negro como parece. El anuario del 2007 dirá que ganamos la Copa Libertadores (¡volvé Román!) y aún podemos coronar el año a lo grande ganando el Mundial de Clubes (jugando como hasta ahora, parece una misión imposible). Muchos jugadores ya gozan de una inmunidad ganada a fuerza de títulos. Pero vos, Russo, si realmente querés ingresar en la historia grande de Boca, empezá a equivocarte menos, porque no alcanza solamente con una Libertadores gestada en un 95% por una solo hombre: Juan Román Riquelme.
Etiquetas: Torneo Apertura 2007
1 Comentarios:
Es triste quedarse afuera del campeonato local
Pero sigo teniendo FE en mi equipo y pido que apoyemos hasta siempre a nuestro querido BOCA JUNIORS
saludos
ANI
http://lamitadmasunoteamaelrestotenvidia.blogspot.com/
Por
Ani by La Mitad+1te ama,el resto te envidia | 9:23 p.m.
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