Cuando pa' Chile te vas
River Plate 1 - Boca Juniors 0
En uno de los peores superclásicos de la historia, un River mediocre venció a uno de los más flojos equipos xeneizes que haya visto en años (por lo menos al momento de jugar un partido de estas características). Yo me pregunto, ¿jugó Boca o fueron 11 hombres que (mal) vistieron nuestra casaca? Porque a los plumáceos le ganábamos hasta con Jorge Habegger como DT.
Borghi cometió varios errores, aunque seguramente hayan sido los últimos con el buzo de nuestra institución. Riquelme no estaba para jugar. Bastaron sólo 10 minutos para que el propio Román pidiera el cambio, y al terminar saliendo en el entretiempo regalamos 35 minutos con un hombre menos. Además, el Bichi que se cansó de defender a su sistema con tres en el fondo, hoy mostró mucha más cautela, y los jugadores, que no son tontos, absorbieron ese miedo a perder.
Fue un típico partido donde quien hacía el gol lo ganaba, y si terminaba 0-0 nadie se iba desahuciado. Y el gol lo anotó un ex defensor de Boca: Maidana a los 8 minutos del complemento. Pero lo más triste de todo fue ver que el conjunto boquense, con casi 40 minutos por delante, no fue capaz de revelarse, de llevarse por encima al rival para intentar lograr el empate, de dejar el corazón en la cancha. Yo no hablaría de falta de huevos, sino de apatía y de una monotonía preocupante.
Mi primera sensación luego de consumada la derrota fue de tristeza. Pero no por la derrota en sí (que de hecho nos generó mucha impotencia a todos los bosteros), sino por el hecho de que no me sorprendió y no estaba lo apesadumbrado que solía estar luego de perder otros superclásicos. Me dolió que no me duela tanto. Y eso habla del pésimo presente de Boca: nos acostumbramos a perder.
En uno de los peores superclásicos de la historia, un River mediocre venció a uno de los más flojos equipos xeneizes que haya visto en años (por lo menos al momento de jugar un partido de estas características). Yo me pregunto, ¿jugó Boca o fueron 11 hombres que (mal) vistieron nuestra casaca? Porque a los plumáceos le ganábamos hasta con Jorge Habegger como DT.
Borghi cometió varios errores, aunque seguramente hayan sido los últimos con el buzo de nuestra institución. Riquelme no estaba para jugar. Bastaron sólo 10 minutos para que el propio Román pidiera el cambio, y al terminar saliendo en el entretiempo regalamos 35 minutos con un hombre menos. Además, el Bichi que se cansó de defender a su sistema con tres en el fondo, hoy mostró mucha más cautela, y los jugadores, que no son tontos, absorbieron ese miedo a perder.
Fue un típico partido donde quien hacía el gol lo ganaba, y si terminaba 0-0 nadie se iba desahuciado. Y el gol lo anotó un ex defensor de Boca: Maidana a los 8 minutos del complemento. Pero lo más triste de todo fue ver que el conjunto boquense, con casi 40 minutos por delante, no fue capaz de revelarse, de llevarse por encima al rival para intentar lograr el empate, de dejar el corazón en la cancha. Yo no hablaría de falta de huevos, sino de apatía y de una monotonía preocupante.
Mi primera sensación luego de consumada la derrota fue de tristeza. Pero no por la derrota en sí (que de hecho nos generó mucha impotencia a todos los bosteros), sino por el hecho de que no me sorprendió y no estaba lo apesadumbrado que solía estar luego de perder otros superclásicos. Me dolió que no me duela tanto. Y eso habla del pésimo presente de Boca: nos acostumbramos a perder.
Etiquetas: Torneo Apertura 2010
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