Riquelme frotó la lámpara

Boca Juniors 3 - Gremio (Brasil) 0

Boca cumplió: ganó la primera final de la Copa Libertadores por un margen interesante. De todas formas, quedan 90 minutos (más el descuento) y en el fútbol todo puede pasar.
A pesar del categórico marcador, al xeneize no le resultaron sencillas las cosas. Gremio es un equipo muy defensivo, duro y cuesta llegarle con claridad. Pero cuando Riquelme se iluminó, el partido cambió de rumbo.
Los primeros minutos fueron muy disputados y hubo lucha por todos lados. La pelota vivía por el aire y todos jugaban pelotazos largos. Gremio parecía más cómodo con ese esquema, pero cuando nadie se lo esperaba llegó el gol de Boca: centro de Román, Palermo la mandó al área y Palacio volvió al gol. El 1-0 trajo algo de alivio.
Ya en la segunda mitad, los jugadores boquenses salieron con todo. Palacio tuvo dos situaciones clarísimas para aumentar el score. Hasta que en el minuto doce, el brasilero Sandro Goiano vio la tarjeta roja. Con un hombre más, el xeneize debía buscar como fuera aumentar la ventaja (que a esa altura era mínima). Y fue Riquelme el encargado de romper la férrea defensa visitante, tras un soberbio remate de tiro libre (previo toque de Morel Rodríguez).
En el fondo Boca pasó algunos sofocones, pero cuando el partido moría volvió a aparecer la magia de Román: amague para acá, amague para allá, otro amague y tremendo remate; Saja la sacó para un costado y Palermo mandó un centro para que Ledesma (con ayuda de los defensores) estampara el definitivo 3-0.
Locura, delirio, fiesta. Pero atención: faltan 90 minutos de visitante en una cancha difícil. El sueño está un poquito más cerca, pero los jugadores deberán hacer el último esfuerzo en Brasil para conseguir lo que todo el pueblo de Boca quiere y merece. ¡Esperemos que así sea!