Chau La Volpe

Boca Juniors 1 - Estudiantes 2

Chau campeonato, chau La Volpe. En otro contexto, quizás sería apresurado pedir que se vaya un DT que asumió con el torneo empezado, sin jugadores elegidos por él y terminó en la punta (compartida, claro está). Pero el técnico habló solito y se metió en un juego cuya única salida es, justamente, la suya.
Además, estos jugadores ganaron 2 de los últimos 3 torneos locales y 2 de los últimos 3 torneos internacionales que disputaron. Entonces... ¿quién tiene la culpa? ¿los que ya demostraron que saben dar vueltas olímpicas o el flamante DT con sus innovadoras tácticas?
Claro que da bronca perder un campeonato que estaba muy cerca, amigos. Pero a rigor de verdad, Estudiantes fue el mejor equipo del torneo (comparado con el Boca de La Volpe, no con el de Basile). Por eso la gente de Boca despidió con aplausos a los platenses. Boca tuvo las mejores individualidades, pero Estudiantes el mejor equipo del torneo.
Del partido, a esta altura no dan ganas de hablar. El primer tiempo fue claramente favorable para el xeneize; ya a los tres minutos ganábamos 1-0. Hasta que llegó una acción que cambió el partido: Ledesma cae sobre Álvarez y lo golpea involuntariamente, éste reacciona con una patada y roja para los dos. ¿No debió ser roja sólo para el defensor pincha?
El segundo tiempo fue un martirio. Boca no agarraba la pelota y se defendía cada vez más cerca de Bobadilla. Se veía que en cualquier momento llegaba el empate. Encima, La Volpe saca al mejor jugador de Boca: Guillermo (de enorme partido). Un tiro libre a los 19 y un grosero error defensivo entre Cahais y Bobadilla a 10 del final, le permitieron a Pavone liquidar el partido y el campeonato.
Como párrafo final, les recomiendo paciencia, amigos bosteros. Habrá que aguantar a las gallinas que ya llevan 3 años sin títulos, a los amargos que perdieron el mote de Rey de Copas, a los que no tienen club sino una S.A. y a los hinchas Carrefour. No importa. El balance del año no es malo: ganamos un torneo local, otro internacional y somos el Rey de Copas del Mundo.
Dejen que los anti-Boca sigan festejando derrotas ajenas en lugar de éxitos propios. Porque esos son buenos augurios.