Tres pintas y una punta

Boca Juniors 3 - Quilmes 1

Si de festejos se trata, una buena alternativa es salir a los bares con happy hour 2x1. Hoy, en La Boca, los xeneizes celebramos la punta del torneo con tres pintas de cerveza al precio de una.
Pero la parada de hoy no era fácil, pese a lo que algún desorientado pudiera prever. Si bien se juntaban los dos extremos de la tabla, a Boca siempre le juegan a morir. Además, con tantos llorones hablando por los medios de prensa habría que prestarle especial atención al arbitraje del partido.

La 12 cantó:
Passarella,
yo sabía,
el campeonato es serio,
ustedes son gallinas.

Nuevamente, Boca salió a atacar con tres delanteros: Palacio, Palermo y el Guille. Quilmes armó un planteo conservador y buscaba defenderse y apostar a una contra. En los primeros minutos, el equipo manejó bien la pelota y de a poco empezó a llegar al arco visitante. Primero avisó Marino, luego Silvestre y a los 20 Palermo no perdonó: cabezazo de pique al suelo tras milimétrico centro del Guille.
Boca siguió buscando ampliar el marcador para no pasar sobresaltos en la segunda etapa, pero todas las jugadas no llegaron a buen puerto. La más clara la tuvo Marino en sus pies, pero no llegó a empujar un centro de Palacio y lo barrieron cuando tenía todo el arco para anotar. Final del primer tiempo: 1-0 (y era escaso).
Los segundos 45 arrancaron de manera similar a la primera mitad: Boca iba y Quilmes esperaba. Pero un gran pelotazo del Cata Díaz y un grosero error del arquero Grosso le permitieron a Palacio empujarla solito al fondo de la red. 2-0.
Parecía partido liquidado, pero... ¡no hay nada peor que confiarse! Con un 2-0 arriba, todos subieron a buscar un corner y de allí se originó una contra letal: 1-2 en los pies de un ex Boca, Rusculleda.
Y allí vino lo peor de Boca. Créanme que por unos minutos Quilmes nos tuvo en un arco, sin crear situaciones claras, pero haciéndonos pasar sobresaltos inimaginados de acuerdo a cómo venía el partido. Hasta que a los 30 hubo un claro penal a Palermo que el propio Martín se encargó de cambiar por gol. 3-1 y ya todo era cosa juzgada. Sobre el final volvió a aparecer Quilmes, pero la victoria xeneize ya estaba asegurada.
Estos tres puntos valen oro, amigos. Ahora, a falta de cuatro partidos Boca lleva cuatro puntos de ventaja, y aunque tendrá encuentros realmente complicados la ilusión del tri está cada vez más cerca.