Chau Canalla, hola Charro

Boca Juniors 1 (4) - Rosario Central 1 (2)

Nuevamente los penales estuvieron del lado xeneize, y Boca avanzó a las semis de la Copa Argentina. Parece mentira que a esta altura todavía haya gente que piense que esto es una lotería o cuestión de azar. Ya me imagino a los anti-Boca cuestionando los méritos boquenses, pero la realidad es que hasta el momento nadie fue más que el xeneize y esta noche no fue la excepción: si debía haber un ganador, tenía que haber sido Boca.
Pero atención, que hoy no la pasamos nada bien. Por pasajes, Central nos complicó el partido y se fue al entretiempo 0-1 arriba con el gol de cabeza de Toledo. Y el propio Toledo tuvo la llave del partido en sus pies, pero Sebastián Sosa atajó un penal clave que dejó a Boca con vida en la Copa. Iban 10 minutos del segundo tiempo. Y de ahí en más, Boca pareció despertarse. Falcioni metió un cambio clave: a la cancha Cristian Álvarez, afuera Erbes. El pibe Álvarez le dio otra dinámica al equipo y Boca generó un par de situaciones claras que le permitió a Blandi aprovechar una de ellas para estampar el 1-1. Quedaron 15 minutos donde sólo un equipo buscó el triunfo: Boca. Y se puedo haber dado si Viatri no cabeceaba al medio un centro al punto penal, o si el remate de Mouche no hubiera sido devuelto por el palo en el epílogo del partido.
Llegaron los penales y Boca no perdonó. Arrancó fallando Mouche, pero luego Blandi, Caruzzo, Paredes e Insaurralde tuvieron mejor puntería y aprovecharon los yerros de Castillejos y Zarif.
Se viene la semifinal y se viene el Charro (Deportivo Merlo). Boca llegó aquí por méritos propios. Que la contra siga hablando de los penales; a mi déjenme ver a Boquita avanzando, así sea desde los doce pasos.