Se pinchó el campeonato

Boca Juniors 1 - Estudiantes 2

Pese a lo que digan los números y las matemáticas, hoy quedamos afuera del campeonato. Ojalá me equivoque: como buen bostero que soy (hasta la médula) no hay cosa que desee más que tener que comerme todas estas palabras a fin de año y pedir perdón por este acelerado pronóstico. Pero sólo un milagro, o mejor dicho varios, podrán hacer que Boca gane el Apertura 2008.
Nuevamente perdimos como local. Nuevamente nos dieron vuelta un partido que arrancamos ganando. Pero lo peor de todo, luego de esos fatídicos minutos donde nos convirtieron dos goles, el equipo no mostró reacción. Faltó rebeldía e ímpetu para llevarse al rival por delante con o sin fútbol (a como dé lugar). Ojo, no estoy hablando de huevos, pero sí noté que el equipo hoy se entregó con mucha pasividad ante la primera adversidad. Si nos van a ganar en nuestra cancha que transpiren sangre los bastardos, que se cuelguen del travesaño y le recen a algún santo, que se vean desbordados por todos los costados. Pero no que nos toqueteen la pelota con total parsimonia.
Hoy tuvimos dos partidos en uno. Porque el primer tiempo fue todo de Boca y merecimos más que ese escaso 1-0 parcial. Además del gol, Viatri tuvo un cabezazo en el travesaño y un remate débil a las manos de Andújar. Pero en la segunda etapa Estudiantes llegó dos veces y convirtió dos tantos. Sin embargo, el xeneize se mostró cansado, nunca pudo manejar el balón y cerró un complemento para el olvido.
Ahora hay que apostar todas las fichas al superclásico y a la Copa Sudamericana. Pero atención: no podemos descuidar el Apertura porque más allá de haber quedado relegados necesitamos puntos para entrar en la próxima Copa Libertadores.
Difícil panorama, mis amigos. Pero ahora más que nunca tenemos que estar todos juntos. Jugadores, dirigentes, cuerpo técnico e hinchas. Se viene River, y ese domingo, cueste lo que cueste, hay que ganar.