Tarde de rojas

Boca Juniors 1 - Independiente 1

En un emotivo partido, y pese a merecer quedarse con los tres puntos, Boca empató en un tanto contra Independiente. Los rojos amenazaban cortar una larga racha de 12 años sin triunfos en la Bombonera, pero esta tarde sólo ganaron las (tarjetas) rojas.
Para un espectador imparcial, el encuentro fue más que entretenido. Eso sí, la actitud de ambos equipos fue muy distinta. Boca salió a ganarlo atacando y siendo protagonista; Independiente puso mucha gente arriba pero para jugar de contra. ¡Terminemos con el verso, por favor!
En el primer tiempo Boca contó con las más claras. Vargas lo tuvo tres veces pero Assman fue figura. Paletta anticipó al portero visitante pero la pelota besó un poste. Dátolo tampoco pudo aprovechar una clara. Independiente llegó una sola vez (de contra, por supuesto) pero el tiro de Núñez pegó en el travesaño, picó en la línea y salió. Todos los visitantes pidieron gol, y francamente aún me quedan dudas, ya que la jugada fue muy finita. Habrá que verla en cámara lenta.
Palacio, que casi no había participado en la etapa inicial, anotó un lindo gol a los pocos segundos de iniciado el complemento. Mérito de Viatri que peinó muy bien un pelotazo frontal, y del delantero bahiense que definió con clase. Pero esta vez lo bueno duró poco porque enseguida Independiente encontró el 1-1. Una lástima, porque Boca había tenido un par claras, pero por buscar tanto el 2-0 se descuidó atrás y lo pagó caro.
De ahí al final: partidazo. Boca se fue con todo, fiel a su historia, presente y paladar del hincha. Los rojos esperaban y salían rápido de contra. Y el medio era un lugar de tránsito, libre de peaje.
Para el final quedaron las polémicas. Violento foul de Montenegro sobre Paletta que Lunatti sólo castigó con amarilla. Pero cuando ambos jugadores reingresaron al campo, el árbitro amonestó a ambos por hacerlo sin autorización. Por ende, doble amarilla y expulsión para el amargo enganche del rojo. Ya me imagino mañana a media Avellaneda llorando (o a toda Avellaneda si contamos el presente de Racing) por esta decisión, pero seguro que nadie dirá nada que lo del Rolfi era para tarjeta roja directa y diez días de arresto. Y después, otra roja directa al uruguayo Rodríguez por exceso verbal. Irreprochable.
Una pena, amigos. Porque los pocos minutos que Boca tuvo dos hombres de más no generó tantas situaciones como sí lo hizo once contra once. De todas formas, fue una buena actuación del xeneize para seguir en la punta con un partido menos.