¡Fue el Día del Padre!
River Plate 0 - Boca Juniors 1
No puedo empezar esta crónica con otra frase que no sea "¡Feliz Día, Mamá!". Sos la mejor mamá del mundo y te quiero un montón. Pero me tenés que disculpar: este domingo, el Día de la Madre duró 22 horas y media, porque por 90 minutos los bosteros festejamos el Día del Padre.
Otra vez atendimos a los plumáceos (esta vez a domicilio). Otra vez los vacunamos (este año fue vacunación completa, para que tengan, para que guarden y para que archiven). Otra vez les ganamos con un hombre menos. Y otra vez el cabaret volvió a Núñez.
El primer tiempo fue muy parejo y con pocas jugadas de peligro. Todas las emociones llegaron en la segunda mitad. A los 7 minutos, roja para Ibarra por exceso verbal. Una tontera lo del Negro, aunque yo me pregunto si Baldassi y sus asistentes no escucharon o no quisieron escuchar los insultos de los plumáceos. Pero si alguno pensaba que el hombre de menos intimidaría a los xeneizes, se equivocó feo. Con diez jugadores, se empezó a ver lo mejor de Boca. Ischia tuvo una gran virtud al no hacer un cambio defensivo, porque ello le daría terreno a los locales y en caso de recibir un gol deberíamos gastar otro cambio para salir a atacar.
El hombre de más no se notaba y encima Román empezó a calentar los motores. Precisamente, de un centro magistralmente ejecutado por el enganche boquense llegó el cabezazo goleador de Viatri. Y allí, segundo acierto de Ischia: Calvo por Gaitán (de aceptable primer tiempo) y a recomponer la defensa. ¡Nada de comer vidrio!
River insinuó venirse con todo, pero fue sólo eso: insinuaciones. Boca estaba muy bien parado en el fondo y cada contra tenía olor a gol. Lo tuvo Riquelme pero luego de una enorme jugada su remate salió besando el palo. Luego Viatri tuvo el segundo pero se la sacaron cerca de la línea. El propio Riquelme tiró un corner olímpico y la pelota rebotó en el palo. Lo de Boca era cada vez mejor y los plumáceos cada vez se mostraban más descoloridos. Pasaron los minutos y Riquelme, de enorme segundo tiempo, se encargó de poner en el freezer el partido y asegurar los tres puntos para papá.
Luego de una semana complicada por motivos extrafutbolísticos, los jugadores xeneizes nos dieron una gran alegría. Hoy nuevamente los hinchas boquenses estamos eructando plumas. Y en cuanto al peculiar recibimiento de los anfitriones (bolsas llenas de excremento), nada que me sorprenda: la materia prima salió de sus dilatados upites, porque es sabido que cuando ven la azul y oro se cagan en las patas.
No puedo empezar esta crónica con otra frase que no sea "¡Feliz Día, Mamá!". Sos la mejor mamá del mundo y te quiero un montón. Pero me tenés que disculpar: este domingo, el Día de la Madre duró 22 horas y media, porque por 90 minutos los bosteros festejamos el Día del Padre.
Otra vez atendimos a los plumáceos (esta vez a domicilio). Otra vez los vacunamos (este año fue vacunación completa, para que tengan, para que guarden y para que archiven). Otra vez les ganamos con un hombre menos. Y otra vez el cabaret volvió a Núñez.
El primer tiempo fue muy parejo y con pocas jugadas de peligro. Todas las emociones llegaron en la segunda mitad. A los 7 minutos, roja para Ibarra por exceso verbal. Una tontera lo del Negro, aunque yo me pregunto si Baldassi y sus asistentes no escucharon o no quisieron escuchar los insultos de los plumáceos. Pero si alguno pensaba que el hombre de menos intimidaría a los xeneizes, se equivocó feo. Con diez jugadores, se empezó a ver lo mejor de Boca. Ischia tuvo una gran virtud al no hacer un cambio defensivo, porque ello le daría terreno a los locales y en caso de recibir un gol deberíamos gastar otro cambio para salir a atacar.
El hombre de más no se notaba y encima Román empezó a calentar los motores. Precisamente, de un centro magistralmente ejecutado por el enganche boquense llegó el cabezazo goleador de Viatri. Y allí, segundo acierto de Ischia: Calvo por Gaitán (de aceptable primer tiempo) y a recomponer la defensa. ¡Nada de comer vidrio!
River insinuó venirse con todo, pero fue sólo eso: insinuaciones. Boca estaba muy bien parado en el fondo y cada contra tenía olor a gol. Lo tuvo Riquelme pero luego de una enorme jugada su remate salió besando el palo. Luego Viatri tuvo el segundo pero se la sacaron cerca de la línea. El propio Riquelme tiró un corner olímpico y la pelota rebotó en el palo. Lo de Boca era cada vez mejor y los plumáceos cada vez se mostraban más descoloridos. Pasaron los minutos y Riquelme, de enorme segundo tiempo, se encargó de poner en el freezer el partido y asegurar los tres puntos para papá.
Luego de una semana complicada por motivos extrafutbolísticos, los jugadores xeneizes nos dieron una gran alegría. Hoy nuevamente los hinchas boquenses estamos eructando plumas. Y en cuanto al peculiar recibimiento de los anfitriones (bolsas llenas de excremento), nada que me sorprenda: la materia prima salió de sus dilatados upites, porque es sabido que cuando ven la azul y oro se cagan en las patas.
Etiquetas: Torneo Apertura 2008
6 Comentarios:
Gracias Bquita por hacerme tan feliz!!!!!
Por Anónimo | 2:39 p.m.
si entraba el corner de Roman....habia que parar el partido y retirarse....POR AFANO....
Por Anónimo | 6:03 p.m.
Fué un día "normal", los ravioles con la vieja,y sin "descuidar a los hijos.
Vamoooooooossssssss Booooooocaaaaaaa carajooooooooo
Por Anónimo | 6:29 p.m.
Balta, no tenes los afiches nuevos?
MI viejo los esta buscando para mandarlos por mail =)
Abrazos
Por Leo | 8:35 p.m.
En el día de la madre....festejó PAPÁ....como siempre!
Qué lindo es ser bostero/a!!
saludos Baltazar y besos a todos
ani
www.lamitadmasunoteama.com.ar
Por Ana Bonissone (Ani Bosterísima) | 9:29 p.m.
¡Ya se vienen los mejores afiches, amigos!
Por Campeón de Boca | 12:41 a.m.
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