Loco de a(no)tar

Banfield 0 - Boca Juniors 6

Atención: hay un Loco suelto en el sur del Gran Buenos Aires. ¿Si es peligroso? ¡Pregúntenle a los de Banfield! Martín Palermo se destapó, anotó cuatro goles y Boca fue una fiesta. Además, brilló Palacio (aunque no pudo convertir) y el xeneize jugó el mejor partido del semestre.
De entrada, todo fue azul y amarillo. El gol tardó en llegar poco más de cinco minutos: centro de Morel y Palermo le ganó de cabeza a Luchetti. Los locales pidieron un foul inexistente, pero el reclamo no tuvo eco en el árbitro. Quince minutos después, Palermo volvió a facturar tras un grueso error de la defensa local. Los jugadores de Banfield reclamaron que el balón no había entrado, pero el juez acertó al convalidar el tanto del delantero platense. Y cerca de la media hora inicial llegó el hattrick del Titán tras un penal pateado fuerte, bajo y al medio (con su correspondiente cuota de suspenso). Pero faltaba más: tras un gran desborde y centro atrás de Palacio, Gracián anotó el 0-4 parcial con el cual los equipos se fueron al descanso.
Para la segunda mitad la clave era no bajar la intensidad ni sobrar el partido. Y vaya si Boca le puso ganas, que a los tres minutos Palermo anotó el 0-5 tras un rebote largo que le dejó servido el portero local. Uno podía imaginar que Boca especularía y quitaría el pie del acelerador, pero créanme, fue emocionante ver cómo corrieron y pusieron los jugadores boquenses: siguieron jugando como si el score fuera 0-0. Todo fue del xeneize y a poco del final un nuevo penal fue canjeado por gol; en este caso, el goleador fue Ledesma.
Boca ganó, gustó y goleó. Hubo muchos puntos altos y una actuación colectiva que invita a soñar en grande. Habrá que ir paso a paso y ahora más que nunca vamos a necesitar del recambio. ¡Se acerca la hora de la verdad!