Sin despeinarse
Boca Juniors 2 - Nueva Chicago 0
Tan cómoda fue la victoria de Boca que se puede decir que el xeneize ganó casi sin despeinarse. Y nunca más oportuna esa frase cuando la figura del partido y el autor del primer gol fue el pelado Clemente Rodríguez.
Ya en el primer tiempo el 0-0 era un resultado mentiroso. Boca tuvo dos tiros en los palos y varias llegadas como para inaugurar el marcador. Chicago no llegó nunca, se defendió como pudo y sólo la fortuna mantenía en cero el score. En el local fue muy bueno el trabajo de Riquelme, las subidas de Clemente, la claridad de Banega y la movilidad de Palacio, que volvía luego de una lesión.
En el arranque del segundo tiempo la duda pasaba por ver si reaccionaría el torito o si seguiría siendo todo un monólogo boquense. Porque se veía venir que cuando Boca hiciera un gol, el partido era historia. Y dicho y hecho. Tras una buena subida de Clemente y un mejor desborde de Cardozo, llegó un centro para que el calvo lateral xeneize pusiera el 1-0. Y al ratito nomás, apareció Cardozo con un remate bombeado desde afuera del área que pegó en el travesaño, picó adentro y salió. ¡2-0! Y parecía que seguiría la racha del mendocino: cuando Cardozo hace un gol, Boca gana. Luego vino la expulsión de un defensor de Nueva Chicago y sólo quedó tiempo para que Boca manejara el balón, pasaran los minutos y el árbitro se apiadara de la visita.
Fue sólo 2-0. Pudieron ser más. Pero acá lo que importa son los tres puntos y el poco consumo de energía que debió emplear el xeneize de cara a los duros compromisos que se vienen.
Tan cómoda fue la victoria de Boca que se puede decir que el xeneize ganó casi sin despeinarse. Y nunca más oportuna esa frase cuando la figura del partido y el autor del primer gol fue el pelado Clemente Rodríguez.
Ya en el primer tiempo el 0-0 era un resultado mentiroso. Boca tuvo dos tiros en los palos y varias llegadas como para inaugurar el marcador. Chicago no llegó nunca, se defendió como pudo y sólo la fortuna mantenía en cero el score. En el local fue muy bueno el trabajo de Riquelme, las subidas de Clemente, la claridad de Banega y la movilidad de Palacio, que volvía luego de una lesión.
En el arranque del segundo tiempo la duda pasaba por ver si reaccionaría el torito o si seguiría siendo todo un monólogo boquense. Porque se veía venir que cuando Boca hiciera un gol, el partido era historia. Y dicho y hecho. Tras una buena subida de Clemente y un mejor desborde de Cardozo, llegó un centro para que el calvo lateral xeneize pusiera el 1-0. Y al ratito nomás, apareció Cardozo con un remate bombeado desde afuera del área que pegó en el travesaño, picó adentro y salió. ¡2-0! Y parecía que seguiría la racha del mendocino: cuando Cardozo hace un gol, Boca gana. Luego vino la expulsión de un defensor de Nueva Chicago y sólo quedó tiempo para que Boca manejara el balón, pasaran los minutos y el árbitro se apiadara de la visita.
Fue sólo 2-0. Pudieron ser más. Pero acá lo que importa son los tres puntos y el poco consumo de energía que debió emplear el xeneize de cara a los duros compromisos que se vienen.
Etiquetas: Torneo Clausura 2007
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