Otra vez Pa-Pa

Independiente 1 - Boca Juniors 3

¿Qué feo ser hincha de Independiente en este momento, no? (bah, en realidad, ¡qué feo ser hincha de Independiente!). Les ganamos con la camiseta, los pasamos en el historial y les quitamos el mote de "Rey de Copas". Y ahora, nuevamente un día sábado, los vacunamos con goles de Palacio y Palermo. Rojo... ¡decí "Pa-Pa"!
El primer tiempo fue un partidazo. Por lo general, este clásico siempre brinda muchos goles y emociones (muy raro que termine 0-0). El local (aunque en cancha de Racing) salió con todo: presionaba arriba, metía y mostraba mucha actitud. Boca no se quedaba atrás y las situaciones de gol pasaban de un área a la otra. Lo tuvo el Rojo con dos cabezazos en los palos; luego Palermo y Palacio se perdieron la apertura del marcador. Hasta que Armenteros se anticipó a Maidana y punteó el balón en un centro bajo. 1-0 para el local.
La pregunta del millón era cómo asimilaría Boca el golpe. La respuesta no tardó en llegar. Riquelme frotó la lámpara y en un minuto puso dos deliciosos pases gol para que Cardozo y Palacio dieran vuelta el score. Sí, en un minuto, a los 42 y 43 del primer tiempo, el conductor xeneize cambió la historia del partido. Final del primer tiempo, 1-2 parcial para Boca y delirio de La 12.
El segundo tiempo no tuvo la misma adrenalina que la primera mitad. Quizás, porque ambos equipos sintieron el desgaste. Pero fundamentalmente, porque cambiaron los roles: al cuarto de hora, el pibe Banega vio la tarjeta roja. Una exageración de Montenegro y otra del árbitro nos dejó con 10 hombres con media hora por jugar.
Independiente metió cambios ofensivos y Russo puso a Clemente por Cardozo y mandó a Morel al medio campo. ¡Muy buen cambio! Ahora restaba aguantar a como de lugar. Y si bien Independiente manejó el balón, Boca no sufrió sobresaltos salvo por una impresionante atajada de Caranta: un cabezazo a quemarropa de Denis desde el punto penal que el arquero xeneize sacó con una mano. Sin dudas, ¡la atajada de la fecha!
En los minutos finales, Riquelme pudo aumentar el marcador pero una buena atajada de Ustari lo impidió. Luego, entró Marino por Román (de gran actuación, pese al duro hostigamiento del público local) y sólo quedó lugar para la frutilla del postre: Palermo robó una pelota y de atrás de mitad de cancha, aproximadamente 55 metros, sacó un potente remate que terminó inflando las redes. ¡Golazo! ¡Terrible golazo! ¿Qué me decían del gol de Calderón?
¡Gran victoria xeneize! Hubo momentos de buen fútbol, luego mucha actitud para defender con un hombre menos, y buenas actuaciones de Riquelme, Caranta y el Cata Díaz.
Para el final, un párrafo aparte para la gente de Independiente que silbó y hostigó permanentemente a Riquelme. Justo que los hinchas del Rojo tilden de amargo a alguien causa sorpresa, pero aún más que el destinatario de dicha sentencia sea Román, un enganche que se cansó de dar vueltas con Boca y siempre apareció en los partidos importantes (teléfono para Montenegro). Una bandera blanca con letras rojas decía: "Coco: Riquelme es argentino, pero pecho frío". Es bandera ahora debe estar en la popular de Platense. ¿Por qué? Porque debe estar marrón luego de que la tuvieran que enrollar y metérsela en el culo.