Palo a palo

Boca Juniors 1 - San Martín (San Juan) 0

Parecía que los palos nos jugarían una muy mala pasada en esta tarde de domingo, pero apareció Erviti y nos quedamos con tres puntos de oro, de esos que valen doble cuando termina el campeonato. Porque si bien habíamos hecho méritos de sobra para quedarnos con la victoria, los minutos pasaban y la valla sanjuanina seguía intacta.
Boca salió con todo desde el pitazo inicial. En los primeros 20 minutos el equipo tuvo un par de situaciones claras para abrir la cuenta, pero una vez el travesaño y otra vez el palo privaron a Cvitanich y Rivero del ansiado grito. Los sanjuaninos tuvieron una chance tras un corner rechazado defectuosamente por un hombre boquense pero Orión evitó la caída con una gran reacción. Y si bien fue casi todo del xeneize, los equipos se fueron al vestuario igualados en cero.
Ya en la segunda parte el equipo de Falcioni volvió a apretar el acelerador pero la suerte no parecía estar de nuestro lado. Román hizo un gran segundo tiempo y tomó las manijas del equipo. Los minutos pasaban y la cosa se estaba poniendo cada vez más complicada, pero poco antes del minuto 30 Erviti dejó pagando a un defensor con un amague, fue a buscar la descarga y remató a las manos del arquero, quien tras dar un rebote habilitó a Clemente para que éste le cediera el balón al marplatense como diciendo "tomá y hacelo". Y Erviti lo hizo: ¡gol de Boca! (que valió un triunfo y probablemente su primera gran ovación desde que viste la azul y oro). Incluso pudimos anotar otro tanto, pero nuevamente un palo evitó el sagrado grito de gol, en esta oportunidad tras evitar que un tiro libre de Riquelme besara la red.
Si alguno pensaba que el de hoy sería un partido simple, se equivocó por mucho. Pero ojo, Boca hizo un buen partido y consiguió tarde lo que mereció más temprano. Lo importante: había que ganar y se ganó. Como puntos fuertes, destacar al Flaco Schiavi, el primer tiempo de Cvitanich, el fútbol de la dupla Riquelme-Erviti, la entrega de Rivero y el oportunismo de Orión, que participó poco pero cuando lo hizo fue para tapar pelotas de gol.
El equipo está mejor que nunca y hoy disfrutamos de una solidez inédita en los últimos años. Pero a no confiarse: recién van 6 partidos y queda una eternidad. Si no equivocamos el camino este torneo podremos ser protagonistas y de yapa armar un buen colchón de puntos para entrar a alguna Copa o evitar andar con una calculadora en mano.