Bailó cumbia santafecina

Boca Juniors 4 - Unión 0

¡Volvió la fiesta a La Boca! Y no sólo por el resultado o el descenso plumáceo. ¿Cuánto hacía que no ganábamos un partido por goleada, creando la cantidad de situaciones que generamos (y despilfarramos) esta lluviosa noche? Sin ir más lejos, ¿cuánto hacía que no ganábamos en la Bombonera? OK, directamente, ¿cuánto hacía que no ganábamos?
Voy a tratar de ser medido y no sobredimensionar este triunfo. Por eso, antes de arrancar con los elogios o nombrar las cosas que se hicieron bien, voy a darle un poco más de contexto a la situación. Se venció con mucha claridad a un equipo recién ascendido, con un partido que se abrió al minuto de juego con el tanto de Lucas Viatri. Pero recién a falta de 10 minutos para el cierre el conjunto boquense pudo anotar los 3 goles que decoraron el marcador, ya que si bien el Tatengue no llegó demasiado, hoy fallamos en tardar tanto para liquidar un partido que debió cerrarse en el primer tiempo nomás.
¿Positivo? Muchas cosas. En primer lugar, los dos goles de Lucas Viatri, que le servirán para empezar a sacarse la pesada mochila de tener que reemplazar a Palermo. También vale destacar la gran actuación de Riquelme y su socio Clemente, que desbordaron cuantas veces quisieron. Y por último, decir que la defensa y el arquero mantuvieron nuevamente el arco en cero, lo cual es más que auspicioso.
A pesar de la goleada, alguna cosita negativa tengo que remarcar: no se puede demorar tanto en liquidar un partido, ya que un gol no es ventaja. Por momentos, pareció que algunos jugadores querían entrar con pelota y todo al arco, y se olvidaron que está permitido patear y si es de puntín también vale 1. Pero bueno, mejor quedarse con las varias cosas positivas y una imagen de Boca goleando, que bien nos hace acordar viejas épocas de gloria.
El final del partido fue a toda orquesta. Román marcó el tercero, Colazo el cuarto y La 12 terminó la noche a pura cumbia santafecina. Y ahora... ¡que siga la parranda!