Salvador Gaitán

Boca Juniors 2 - Rosario Central 1

Osvaldo Nicolás Fabián Gaitán. Agenden este nombre, amigos, porque este pichón de crack volvió a aparecer en el epílogo de un partido para dejarle los tres puntos al xeneize y mantener viva la llama de la ilusión. Hubiera sido terrible haber resignado puntos esta tarde, porque el primer tiempo xeneize fue muy bueno y Central empató en la única llegada que tuvo hasta ese momento. Pero a tres minutos del final, una tijera de Gaitán cortó las ilusiones rosarinas de llevarse un premio totalmente inmerecido.
De arranque, Boca avasalló al visitante. Lo tuvo Viatri de cabeza pero el arquero se recuperó de una floja respuesta para sacarla en la línea. Sin embargo, en la siguiente Lucas no perdonó: precioso centro de Riquelme para que el 9 xeneize la peine al gol. De allí al final de la primera mitad fue un monólogo xeneize, pero el baile se vio en todos lados menos en el marcador, ya que el 1-0 era más escaso que la jubilación mínima.
En la segunda mitad las cosas no cambiaron demasiado, hasta que hubo un punto de inflexión: el inmerecido empate canalla. Allí se vio lo peor de Boca, porque el equipo se puso nervioso, llegaron las imprecisiones y los visitantes se agrandaron y empezaron a tener espacios de contra. Pero cuando parecía que volvían los fantasmas (como contra Estudiantes), el arquero de Central gritó: "me pareció ver a un lindo Gaitancito". Sí, sí, haz visto a un lindo Gaitancito.
Para el final, una curiosidad. El gol xeneize fue festejado tanto por hinchas boquenses como plumáceos. ¿No me creen? Claro, para River este gol significaba la posibilidad de salir del fondo de la tabla en su lucha cabeza a cabeza con los rosarinos. Eso sí, el que no tiene mucho para festejar es Horacio Usandizaga, presidente de Central. Fuentes confiables indicaron que hace pocos minutos lo vieron en una famosa armería de Rosario.