Dilecto pala la final

Etoile Sportive du Sahel (Túnez) 0 - Boca Juniors 1

Primer objetivo cumplido: Boca ganó y se aseguró un lugar en la final del Mundial de Clubes. El partido fue tan complicado como se esperaba, pero el xeneize lo resolvió con mucho oficio. Desde ya que para los que siempre ven las finales por TV, jugar contra un rival tunecino suponía ser un trámite, pero Boca tuvo que sortear a un equipo rápido, muy ordenado tácticamente y con una dosis de fortuna. Además, vale aclarar que jugamos casi media hora con un hombre de menos, y que el árbitro omitió un penal a nuestro favor más grande que la deuda externa argentina.
En el arranque del partido, Boca salió a imponer condiciones e intentó adueñarse de las acciones. Pero con el correr de los minutos, se pudo ver que los tunecinos se ordenaron, presionaron en varios sectores de la cancha y controlaron bien a nuestros puntas. Sería cuestión de hacer el gol para que salgan del cerrojo defensivo. Y Cardozo, el joven oriundo de la tierra del buen vino, fue el encargado de darnos a los boquenses el primer gran festejo en este Japón versión 2007 (luego de una gran jugada individual de Palacio).
En el segundo tiempo se vio lo mejor de Boca. Tuvo un par de llegadas claras, mereció ampliar el marcador, pero como no lo hizo hubo que sufrir hasta el final (los corazones bosteros ya viene preparados de fábrica). El Etoile sólo llegó dos veces; en una respondió muy bien Caranta y la otra fue un cabezazo que se fue muy cerquita al lado del palo.
Primer paso cumplido y ahora se viene la gran final (mañana conoceremos a nuestro rival). Buen triunfo, y aunque habrá que mejorar, queda un solo partido... ¡donde nos jugamos el año entero!