Chau Vélez
Vélez Sarsfield 3 - Boca Juniors 1
Se sufrió, se aguantó, se luchó, pero se pasó de ronda. Boca ya está en cuartos de final y nuevamente es el único equipo argentino que se mantiene con vida en el máximo torneo continental.
El local jugó un gran primer tiempo y ahogó al xeneize por todos lados. El gol de Zárate trajo nervios a la colmada tribuna boquense, pero el empate pareció calmar las aguas (precioso corner de Riquelme que un jugador velezano rozó y venció a Peratta). Sin embargo, la polémica expulsión de Ledesma y el segundo gol de Vélez alteró el ritmo cardíaco de los xeneizes. Llegó la hora de irse al descanso con el score 2-1.
Ya con un hombre menos, la misión de Boca para la segunda mitad era aguantar y evitar más goles (por el gol de visitante, Vélez necesitaba un 5-1 para eliminarnos). Y ahí aparecieron dos hombres (con mayúsculas): Caranta y Riquelme. El 1 sacó todo lo que le tiraron (o casi todo, ya que Ocampo anotó el 3-1 final). Y el 10 se calzó el overol, corrió, aguantó la pelota y se puso el equipo al hombro.
Boca pasó con algo de sufrimiento, pero también hay que reconocer que hoy los palos nos negaron varios goles. Lo más preocupante: el nivel de la defensa. Ahora se vendrá Libertad de Paraguay, un rival muy duro. La clave será mantener el cero en el partido de ida (en la Bombonera) y de visitante hacer lo que este equipo más siente: salir a atacar y marcar goles.
Se sufrió, se aguantó, se luchó, pero se pasó de ronda. Boca ya está en cuartos de final y nuevamente es el único equipo argentino que se mantiene con vida en el máximo torneo continental.
El local jugó un gran primer tiempo y ahogó al xeneize por todos lados. El gol de Zárate trajo nervios a la colmada tribuna boquense, pero el empate pareció calmar las aguas (precioso corner de Riquelme que un jugador velezano rozó y venció a Peratta). Sin embargo, la polémica expulsión de Ledesma y el segundo gol de Vélez alteró el ritmo cardíaco de los xeneizes. Llegó la hora de irse al descanso con el score 2-1.
Ya con un hombre menos, la misión de Boca para la segunda mitad era aguantar y evitar más goles (por el gol de visitante, Vélez necesitaba un 5-1 para eliminarnos). Y ahí aparecieron dos hombres (con mayúsculas): Caranta y Riquelme. El 1 sacó todo lo que le tiraron (o casi todo, ya que Ocampo anotó el 3-1 final). Y el 10 se calzó el overol, corrió, aguantó la pelota y se puso el equipo al hombro.
Boca pasó con algo de sufrimiento, pero también hay que reconocer que hoy los palos nos negaron varios goles. Lo más preocupante: el nivel de la defensa. Ahora se vendrá Libertad de Paraguay, un rival muy duro. La clave será mantener el cero en el partido de ida (en la Bombonera) y de visitante hacer lo que este equipo más siente: salir a atacar y marcar goles.
Etiquetas: Copa Libertadores 2007
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