<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d12082642\x26blogName\x3dCampe%C3%B3n+de+Boca\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://campeondeboca.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_419\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://campeondeboca.blogspot.com/\x26vt\x3d7529542232957936370', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

Campeón de Boca

jueves, noviembre 17, 2005

Viaducto embrujado

Arsenal 4 - Boca Juniors 1

Parece mentira. Es de no creer. Ni el más pesimista hincha de Boca podría imaginar una tarde tan negra como la que nos tocó padecer.
Boca jugó en Sarandí su peor partido del año (sí, del año, peor aún que contra las Chivas) y quedó muy lejos del campeonato. Si bien Gimnasia lleva 3 puntos y quedan 12 en juego, Boca tiene un fixture complicadísimo, y al cansancio se suma otro enemigo indeseado: el factor anímico.
El partido empezó con un presagio negro que marcaría la tarde. Un pelotazo encuentra dormidos a los centrales y Arsenal pone el 1-0 en su primer llegada. Boca no tenía la pelota y era puro nerviosismo. A los 25 minutos, roja para el debutante Barroso. Y a los 29, 2-0 para los locales.
El tempranero cambio de Cardozo por Marino dio rápidamente sus frutos; luego de un pase de Neri, Insúa puso el descuento. Y ahí se vio lo único bueno de Boca en toda la tarde: el último cuarto de hora del primer tiempo. Con 10 hombres, Boca llegó y tuvo un par de chances para igualar.
El segundo tiempo arrancó igual que el primero. Otra distracción de Boca que se paga con un gol en contra. Y de ahí en más, la historia ya es tan triste como conocida. Vino el cansancio (en realidad, parece no haberse ido desde el partido contra Colón), las expulsiones y el descontrol de los jugadores de Boca, que pudo haber sido más costoso si Pompei, de pésimo arbitraje, expulsaba a otro xeneize.
El futuro, como nunca en este semestre, es más negro que el azabache. En realidad, las chances en la Sudamericana están intactas, aunque para el Clausura habrá que prender varias velas. Basile, cuando te vayas a dormir esta noche, andá pensando dónde exiliarte si, por lo menos, no ganás un campeonato.

Etiquetas: