Pescado rabioso

Boca Juniors 0 - Colón 1

Se acabó el invicto como local, y lamentablemente el campeonato se puso más parejo que nunca.
En la jerga futbolera, se podrá decir que Colón es un equipo botón, de esos que andan mal pero que a uno siempre lo complican. Al igual que su arquero Tombolini, que fecha tras fecha es un desastre, pero justo contra Boca se acuerda de que tiene manos.
¡Cómo duele esta derrota! Y no por cómo se jugó, ya que el primer tiempo de Boca fue muy bueno y en todo el partido convirtió al arquero visitante en figura del encuentro, además de estrellar 3 pelotas en los palos (no cuento la de Insúa porque ya estaba afuera y era corner).
Durante el primer tiempo Boca tomó el protagonismo y tuvo varias situaciones de gol. Tanto Palacio como Palermo y Cardozo tuvieron varias en sus pies. Sin embargo, la más clara de esa mitad fue la que el 8 de Colón, Cominges, tiró afuera con todo el arco a su disposición. Esa era una clara señal de lo que pasaba en el partido: Boca atacaba y Colón se defendía pero salía muy bien de contragolpe.
El segundo tiempo arrancó parecido al primero, con el xeneize atacando y Colón esperando para salir de contra. Pero Boca se cansó, y encima, llegaron las lesiones. En esta etapa se veía a un equipo cansado, con poca recuperación y cada vez sufriendo más situaciones en contra, pese a que iba e iba a buscar los 3 puntos.
Faltando 8 minutos, luego de una mala salida del fondo, se originó el ataque que culminó con el único gol del partido y selló el resultado final.
Si bien se viene una terrible seguidilla de partidos y el cansancio y las lesiones empiezan a aparecer, yo confío más que nunca en nuestro equipo. Hoy no se jugó tan mal como nos quieren vender, y de ninguna manera merecimos perder. El equipo puso todo, la hinchada también, y aún jugando así somos serios candidatos. A no olvidarse: todo depende de Boca.