River festejó otro empate

Boca Juniors 1 - River Plate 1

Este superclásico puede resumirse y explicarse con unos pocos conceptos. Boca siempre quiso, pero no pudo (y a veces, no supo). River nunca quiso, pero pudo (sólo cuando quedó en desventaja). Bastaba con mirar las tribunas al final del encuentro para darse cuenta a quien le dolió el empate (Boca) y quien lo festejó (River). Pero atención: hay ciertas ocasiones donde, según ciertas circunstancias, un empate merece ser festejado. Pero hoy los plumáceos no estuvieron con un hombre de menos, ni remontaron varios goles de ventaja, ni jugaron con un plantel diezmado por lesiones. Hoy las gallinas festejaron un empate, once contra once, defendiéndose por casi 70 minutos, que los aleja del campeonato. ¡Hoy festejaron no perder!
El primer tiempo fue todo de Boca. De hecho, no recuerdo un ataque plumáceo. De arranque se lo perdió Gaitán cuando sacó un tiro cruzado que fue tapado por Vega. El portero gallina también atajó un cabezazo de Palacio que salió fuerte pero al medio del arco. Y la más clara fue un remate de Battaglia que se desvió en otro hombre y se fue apenas por arriba del travesaño cuando la meta estaba vencida. ¡Boca mereció mejor suerte para irse a los vestuarios!
En la segunda mitad el trámite también arrancó parejo, hasta que apareció Palermo y marcó otro verdadero golazo desde afuera del área grande. Parecía que todo sería boquense, pero en nuestro mejor momento volvimos a sufrir un gol de tiro libre y la pizarra quedó igualada. Más allá de debatir la respuesta del Pato, ¿no sería bueno poner jugadores en la línea para contrarrestar los tiros libres al arco?
En los minutos finales fue River el que mostró una mejor imagen. Pero no porque haya hecho mucho ni porque los cambios de su DT hayan sido más ofensivos. Pareció que Boca sintió más el gol en contra que los plumáceos, porque el empate llegó en un momento donde el 2-0 estaba por gestarse en cualquier momento. Incluso pudimos haberlo perdido, pero por suerte el mala leche (con carita de ángel) de Falcao se perdió un gol increíble.
Empate final. Sabor agridulce para el xeneize. Delirio en el público visitante. La verdad, no entiendo nada.