Acero Cali

Deportivo Cali (Colombia) 0 - Boca Juniors 0

¡Tremendo lo que pegaron los colombianos en tan sólo 45 minutos! Más que Deportivo Cali, se parecieron a Acero Cali. A los 4 minutos, Lodeiro tuvo que dejar la cancha lesionado, pero fueron más de 15 infracciones, muchas de ellas, de roja directa, las que cometieron los cafeteros en la etapa inicial.
Por un lado, se sabe que así es la Copa Libertadores de visitante, que además se caracteriza por arbitrajes localistas. Pero no es mi intención llorar, porque por otro lado, creo que el Deportivo Cali se preocupó tanto por neutralizar a Boca (jugando al límite, y más), que eso mismo atentó contra sus propias chances de ganar un partido que, según la lógica copera, debían ganar (empatar afuera y ganar adentro, es negocio).
En el compacto, yo creo que Boca estuvo mucho más cerca de ganarlo que el conjunto local. Y eso me deja con un poco de bronca. Porque más allá que el empate parece buen negocio (lo será si ganamos todos los partidos de locales), el encuentro se presentó como para traernos los tres puntos de tierras cafeteras. Faltó un poquito más de precisión y velocidad en ataque, nomás. ¡Faltó la última puntada!
También lo pudimos perder, claro. Hubo un remate en el palo y un par de ataques peligrosos, pero insisto que en la sumatoria creo que Boca estuvo un poco más cerca. ¿Sobre el penal a favor de Boca en el último minuto? Sí, fue penal. Seguramente de esos que no se cobran en el descuento y en condición de visitante.

GGM (Ganó, Goleó y Madrugó)

Boca Juniors 4 - Newell´s Old Boys 1

Tan sólo 33 segundos debimos esperar para soltar el grito sagrado de gol. Así es, Boca arrancó con todo, como si la victoria ante los sanjuaninos fuera un bálsamo que despertó a los jugadores y les recordó que son los actuales campeones del fútbol doméstico. Y la madrugada fue completa: a los 5 minutos y monedas, Tévez de tiro libro puso al xeneize 2-0 arriba. El tercero llegó promediando los 36 minutos de la etapa inicial, tras un centro y un remate de Jonathan Silva que se desvío en un jugador leproso (medio gol para Insaurralde, que intentó un cabezazo que no conectó, pero su amague involuntario desacomodó al arquero visitante).
El primer tiempo terminó 3-0, pero créanme que pudieron ser muchos más. Tévez estuvo afilado y el equipo generó todas las situaciones de peligro que no habían aparecido en el 2016. Se pudo haber convertido algún gol más, y mismo terminó la primera etapa luego de un mano a mano donde el Apache, de manera involuntaria, lesionó al arquero de Ñuls que salió rápido a cortar una acción de gol (ya me imagino a los anti-Boca saliendo a hablar de mala leche... esperen unas horas, nomás).
En el complemento, Ñuls pareció despertar y Boca fue quien salió dormido. En los primeros 15 minutos el xeneize se mostró apagado; no digo que confiado por el resultado pero sí bastante expectante. No sorprendió que a los 11 minutos la visita descontara, pero por suerte el equipo asimiló el golpe y se volvió a poner en partido. Y fue nuevamente Tévez quien comandó un ataque, desbordó en velocidad y tras su centro de la muerte fue Palacios quien selló el encuentro (¡gran partido del tucumano!).
Resta decir que el de hoy fue el mejor partido boquense en todo el año. Boca se acomodó nuevamente en el torneo, pero lo mejor es que esta levantada llega justo a escasos días de arrancar un nuevo sueño copero. ¡A seguir por esta senda, muchachos!

Una vida más para el Vasco

San Martín (San Juan) 0 - Boca Juniors 1

Luego de resistir en su cargo tras la derrota ante el Atlético tucumano, todas las miradas estaban puestas no sólo en el Vasco, sino en ver de qué forma los jugadores lo "apoyarían" en la cancha (se terminó el tiempo de hablar). Y en ese sentido, las dudas se despejaron: sin brillar, Boca jugó el mejor partido del año y venció con autoridad al siempre complicado conjunto sanjuanino.
Pero el árbol no debe taparnos el bosque. Es verdad que el xeneize mereció ganar incluso por una cifra más holgada, pero no sólo la ineficacia de nuestros delanteros puso en riesgo el marcador: también lo hizo el Vasco. Porque el partido pedía a gritos la salida de Gago, y creo que la entrada de Lodeiro debió ser por Osvaldo, quien ya sabemos, se tuvo que infiltrar y jugó disminuido. En mi opinión, Arruabarrena no acertó con los cambios, pero hoy no tuvimos consecuencias.
El partido arrancó parejo, pero con el correr de los minutos Boca fue tomando protagonismo y generó un par de situaciones de gol claras. Una de ellas, la de Palacios que define por encima del arquero pero desviado (¿no era penal?). Tévez también tuvo un par, hasta que finalmente se le abrió el arco al Apache y a todo Boca.
Con el 0-1 a favor, los boquenses pudieron tranquilizarse y manejar un poco mejor el partido en el complemento, luego de un arranque furioso de los locales. ¡Fue clave poder, finalmente, arrancar un partido en ventaja! A lo largo de los 90 minutos los sanjuaninos tuvieron algunas chances de gol producto de distracciones defensivas (todas por medio del juego aéreo). Pero el resultado final dejó sabor a poco.
Se ganó, y se ganó bien. Es verdad que debemos mejorar y mucho, pero este triunfo implica acomodarse en un torneo muy corto que recién arranca, y llegar con más aire al choque del próximo sábado ante Ñuls (previa del debut copero). ¿Qué pasará al siguiente partido que el Vasco pierda? Nadie lo sabe. Pero sí sabemos que aliento, en este club, sobra.

Desenamorados

Boca Juniors 0 - Atlético (Tucumán) 1

Tras el tremendo golpe sufrido ante San Lorenzo, este partido se convirtió en una bisagra para la continuidad (o no) del Vasco y su cuerpo técnico. Con la derrota consumada, se huele a final de ciclo. Habrá que estar atento a lo que ocurra en las próximas horas, pero...
En el Día de San Valentín, Boca desenamoró. Fue realmente muy pobre lo que mostró el equipo, sobre todo en los minutos finales del complemento, cuando uno esperaba cierta dosis de rebelión, empuje y amor propio para torcer el rumbo de un partido que cada vez se complicaba más.
Si uno hace un repaso de todas las situaciones de gol, podrá pensar que Boca mereció mejor suerte. No amigos, Boca jugó mal y por momentos se vio superado por un equipo visitante que hizo un planteo inteligente. Tuvimos algunas chances de gol claras, sobre todo en algún pasaje del primer tiempo donde el xeneize dominó las acciones, o la jugada de Tévez-Gago donde nos perdemos un gol increíble. Pero los tucumanos ya habían tenido un mano a mano antes del gol, y también pudieron ampliar la ventaja en el complemento.
A Boca le faltó fútbol, le fallaron las individualidades y le faltó carácter para jugar la parte final del complemento. Incluso con un hombre más a falta de 10 minutos, nunca tuve la sensación que el empate estuviera al caer. Uno esperaba al menos un conjunto desordenado pero metiendo sobre su arco al visitante... pero nada de eso pasó.
Yo no me olvido de los títulos y guardo mi respeto por estos jugadores y por el Vasco. Y el hincha también, ya que hoy el aliento fue incesante. Pero hay varias razones para explicar este mal presente de Boca, que puedo resumir en el bajísimo nivel de varios referentes, las malas formaciones que arma el DT (improvisando con hombres que no son del puesto), y cambios poco efectivos.
Dentro de tanta malaria, mejor que esta crisis pase ahora, antes de haber arrancado la Copa y con todo el torneo doméstico por disputarse, que más adelante. Habrá que revertir la situación cuanto antes... y el tiempo dirá con qué cuerpo técnico, en caso que no siga el Vasco.

Un debut Gasolero

Temperley 0 - Boca Juniors 0

En el inicio de un nuevo torneo doméstico, Boca tuvo un desempeño deslucido y no pudo mejorar la pálida imagen que mostró en los amistosos estivales. Por momento el xeneize pareció dominar al conjunto que hizo de local en cancha de Banfield, y aunque no pasó demasiados sofocones, Temperley generó un par de situaciones que por suerte no pudo capitalizar.
Al igual que en el verano, Carlos Tévez se mostró faltó de ritmo y desaprovechó varios ataques que pudieron marcar la diferencia. Pero tranquilo, Apache: cuando logres estar al 40% de tus posibilidades marcarás una diferencia contra el resto de los futbolistas rivales.
El principal déficit de Boca esta noche fue el manejo del balón y la poca verticalidad. Por momentos, se controlo el balón pero sin profundizar. De a ratos, los laterales desbordaron y tiraron centros. Y también de a ratos, Pablo Pérez logró conectarse con Lodeiro y Tévez, pero siempre faltó la puntada final. Eso sí, en el plano defensivo, al margen de un puñado de desbordes rivales, el equipo no pasó grandes sobresaltos. Firme el Cata Díaz, como siempre. Y auspicioso lo de Jonathan Silva, que mostró carácter y personalidad en su segundo partido con nuestra casaca (el primero completo, ya que ante River se había ido expulsado a los pocos minutos de juego).
Es evidente que al equipo le falta rodaje. Y preocupa, porque se viene el miércoles la final de la Supercopa Argentina contra San Lorenzo y en breve el debut en la Copa Libertadores, la gran apuesta del 2016. Pero esto recién empieza, y no debemos olvidar que somos los campeones domésticos aún reinantes.