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Campeón de Boca

domingo, abril 27, 2014

Que no se acabe este Romance

Boca Juniors 4 - Arsenal 2

La semana pasada planteé el tema de la renovación (o no) de Román, dejando en claro mi postura. Sabido es que dicha prórroga jamás puede depender de uno o incluso de los tres encuentros que ahora restan. Pero si algún resultadista tenía dudas, hoy Riquelme jugó como para que camino al vestuario le alcancen un bolígrafo y el contrato, original y copia. ¡Hacía tiempo que no se veía un partido del 10 como el de esta tarde! (y repito, ya venía siendo de lo mejorcito en Boca, a pesar del pobre torneo).
A decir verdad, hoy Boca jugó el mejor partido oficial del año, y le tocó sufrirlo a personas muy queridas en la familia bostera: Palermo, Abbondanzieri y Schiavi, flamante cuerpo técnico de Arsenal (que siempre nos resultó un hueso duro de roer).
Facilitó las cosas el gol tempranero, casi de vestuario, tras la sutil definición del Pichi Erbes. Sin embargo, Arsenal lo empató sin hacer mucho (una jugada sucia donde, a mi entender, bien se pudo cobrar mano del hombre visitante en el preludio al tanto de Echeverría). Pero Boca asimiló el golpe de manera positiva: volviendo a tomar protagonismo y, a fuerza de fútbol, generando varias situaciones de gol. Erramos varios goles, pero casi en el pitazo final del primer tiempo, llegó un claro penal que Riquelme cambió por gol.
En el complemento el equipo jugó aún mejor que en la primera parte, y tras un lujo de Insúa fue Colazo quien anotó el tercer tanto (¡alivio!). Ya sin el 10 en cancha, fue a su reemplazante, Luciano Acosta, a quien le cometieron otro clarísimo penal, que en esta instancia Gigliotti, no sin mucho suspenso, canjeó por gol. Y sólo quedó tiempo para un descuido defensivo que le permitió a los del viaducto decorar el resultado.
Ojalá en los tres partidos restantes el equipo repita lo que produjo esta tarde. Incluso firmo con un 80% de lo hecho, porque aún así tendremos serias chances de ganar. Lástima que nos acordamos tarde, pero de todas formas el pasaje a la Sudamericana es algo que considero imperioso, ya que nos dará la chance de pelear dos competencias en el próximo semestre. Y quién nos dice, con Román en este nivel y como capitán.

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domingo, abril 20, 2014

Tiempo de descuento

Tigre 0 - Boca Juniors 1

Empezaré esta crónica salteando el partido en Victoria para tocar un tema más de fondo: el tiempo de descuento. Y no me refiero al agónico gol del triunfo (que de alguna forma maquillará el paupérrimo encuentro que disputó el xeneize en el norte del conurbano bonaerense), sino a que los tiempos se acortan y el de hoy pudo haber sido el último tanto de Riquelme en Boca. Quedan cuatro fechas y los dirigentes tienen que tomar una decisión con nuestro 10: renovación, sí o no.
Mi sensación es que la decisión ya está tomada desde hace tiempo, pero los cobardes dirigentes que tenemos no encuentran la forma ni los modos de comunicarla. Está claro que no quieren que Román siga en Boca. Si uno piensa en la edad, en el costado económico, los problemas de vestuario y en los pocos partidos que nuestro enganche juega por año, puede comprender esa línea de pensamiento (al margen de compartirla o no). Pero por otro lado, si uno observa el nivel de juego del equipo, compara los resultados con y sin Riquelme en cancha, y nota que el 10 es el único que puede dar un pase preciso, asistencia o hacer goles, no quedan dudas que por estrictos motivos futbolísticos debería seguir vistiendo la azul y oro (sin discusión).
¿Entonces, en qué quedamos? ¿Riquelme debe seguir o no? Mi opinión: si acuerdan por 6 meses o 1 año, a un número razonable para un jugador cerca del retiro (léase, no tirar la casa por la ventana), obviamente que deben renovarle el contrato. No tenemos otro jugador así, lo cual habla pésimo de nuestro plantel. Sin embargo, renovarle a Riquelme debe ir de la mano de traer un reemplazante (a corto/mediano plazo) y depurar un plantel que no tiene la jerarquía necesaria para representarnos.
Sobre el partido de hoy, pudo resumirlo en muy pocas palabras: ganamos de casualidad. O de causalidad: tuvimos a Román. Boca tuvo un par de situaciones claras en el comienzo del partido, y de ahí en más fue todo de Tigre. Para ser sinceros, el partido se extinguía 0-0 y el punto era un premio inmerecido para los dirigidos por Bianchi, que se mostraron lentos, flojos en defensa, inofensivos en ataque y apáticos en gran parte del encuentro. Pero Riquelme, en el primer minuto de descuento (o de tiempo recuperado que le dicen ahora), clavó un remate de otro partido (y otro planeta).
Si bien Boca empató y hasta perdió varios partidos que mereció ganar, el de hoy equipara un poco la balanza. Era un empate clavado en un partido que debíamos perder, y nos sacamos la lotería. ¡Pero a no engañarse! No me vengan con eso de que hace cuatro partidos que terminamos con la valla en cero, porque hoy fue realmente de pura casualidad que Tigre no nos haya hecho 2 o 3 goles.
Me voy preocupadísimo por lo mal que jugó el equipo, por su falta de fútbol y, en algunos pasajes, su falta de enjundia. El triunfo sirve y mucho, para sumar y para pelear por un lugar en la Sudamericana. Pero que el árbol no nos tape el bosque.

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miércoles, abril 16, 2014

¿Podrán oír?

Boca Juniors 0 - San Lorenzo 0

Por donde se lo mire, el presente xeneize es triste y preocupante. Y ya no me refiero solamente a la anemia de fútbol, goles y triunfos. Hay muchas cosas más flotando en el ambiente. No olvidemos que desde hace algunos años, el club está muy politizado y en el 2015 hay elecciones. Pero además, está en danza la renovación (o no) de Riquelme, con todo el costo que eso significa (político o dólares). Y también, la continuidad (o no) de Bianchi, ante las flojas campañas pero con toda la mochila de títulos que nos dio (y nadie nos quitará). A todo esto, le podemos sumar una preocupación: el promedio del descenso. Es una luz amarilla tenue por ahora, pero negarlo seria de necios. Y como si fuera poco, la frutilla de este amargo postre es la división del hincha boquense. Una división que hoy no se pudo ocultar.
El partido se extinguía, Boca ya estaba desde hace un rato con un hombre de más, pero seguía sin poder vencer la portería de Torrico. Pero lo que es peor, es que los cuervos no estaban arrinconados en su arco defendiendo los embates boquenses. El partido transcurría en una monotonía que sólo le convenía a San Lorenzo. La 12 desafió con su "A ver los jugadores si pueden oír, la camiseta de Boca ganar o morir", y el resto de la cancha, como respuesta, empezó a alentar con más fuerza al xeneize.
Que se entienda bien: no estoy defendiendo una u otra postura, sino marcando con dolor esa división y planteándome varias preguntas para que me ayuden a responder. ¿Está mal pedirle más actitud a los jugadores, que lo único que derrochan es tibieza? ¿Es el momento de presionarlos o de seguir alentando incondicionalmente? ¿Es una presión ser la hinchada con más aguante (banca) del fútbol argentino, como para no criticar aún cuando pueda ser justo? ¿Nos estamos convirtiendo en hinchas de la hinchada?
Muchas preguntas y pocas respuestas en mi mente dolorida por otra noche anémica de triunfo. Lo que sí es seguro es que los jugadores y todo el mundo Boca deben escuchar ambos mensajes. Aliento sobra y en ningún otro club de la Argentina les hubieran tenido tanta paciencia como la que les tenemos acá. Pero como diría Xuxa, ahora es la hora de ganar y de empezar a transpirar un poco más, de trabar con la cabeza, de pelear cada pelota como si fuera la última, de correr hasta desangrarse o al punto de tener que pedir el cambio.
Ojo, no creo que el problema principal de Boca pase por un tema de actitud, pero sí creo que es necesaria, aún, más actitud. En este fútbol argentino mediocre, equipos con mucha disciplina táctica, convencimiento y que corren a lo bestia, están peleando el torneo. ¡Imagínense si Boca le sumara a eso los nombres propios que tiene!
Hablar del partido de hoy será breve, porque los jugadores volvieron a no hablar en la cancha. San Lorenzo vino a jugar de contra (era esperable) y de entrada se vio que el punto le servía un poco más. Boca tuvo más protagonismo pero menos ideas y situaciones: parece increíble, pero casi sin atacar, las dos jugadas más claras del partido fueron azulgranas. Tan pobre fue lo de Boca, que esta noche no sirvieron los cambios ni las expulsiones cuervas (ojo, San Lorenzo se quedó con 9 cuando ya el partido estaba en tiempo de descuento).
Espero que esta noche no deje secuelas. Hay que ganar lo que resta para engrosar el promedio, despedirnos con una cuota de esperanza de cara al próximo semestre y conseguir la clasificación a la Sudamericana (lo que antes hubiera sido un consuelo, hoy es una meta). Y sí, es lo que hay...

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domingo, abril 13, 2014

No nos dieron una mano

Colón 0 - Boca Juniors 0

Muchas veces el corazón le gana a la razón y nos da esperanzas en lugares inhóspitos de ilusiones. Desde hace semanas vengo escribiendo que, objetivamente, sería más que un milagro poder ganar este campeonato. La distancia de puntos, la cantidad de equipos que tenemos por delante, pero por sobre todo, el pobre nivel de nuestros jugadores, hace que ni un boquense de ley pueda soñar en campeonar.
Sin embargo, tras la victoria ante Godoy Cruz, el corazón intentó vencer nuevamente a la razón y convencerme de que aún nos quedaba una carta bajo la manga. Claro, para eso habría que ganar todos los partidos restantes, empezando por Colón.
¿Alguien les comentó esto a los jugadores xeneizes? Parece que no, o que el mensaje llegó tarde (en el entretiempo). Porque el primer tiempo xeneize en Santa Fe fue pobrísimo, indigno de un equipo que tenga ambiciones de salir campeón. Colón jugó a lo que quiso: regalar el balón, defender, correr, y si de chiripa embocaba una contra, ¡bingo! No está mal: están peleando el descenso. Pero Boca... ¡Boca tiene otras aspiraciones, viejo!
En el segundo tiempo, y con el ingreso de Luciano Acosta, el equipo pareció entender el mensaje: "Es la última oportunidad". El pibe nos dio más dinámica, y en 15 minutos Boca creó situaciones como para romper el cero y justificar un gol que nunca llegó. El equipo se fue apagando y Colón no cambió de postura (muy cómodos con el punto).
Esta noche, los jugadores xeneizes no nos dieron una mano. ¡Pero tampoco nos la dio el árbitro! En el epílogo del partido, y tras un tiro libre a favor (la última jugada del cotejo), un defensor sabalero en la barrera atajó el remate de Colazo. ¿Penal? ¡Penalazo! Para todos, menos para el juez y su asistente, que fiel a la escuela de Lamolina dijeron "Siga, siga".
¿Boca no ganó por el árbitro? Bueno, al menos algo influyó, ya que debimos tener la chance de un penal a favor a segundos del cierre. Sin embargo, el equipo jugó un muy flojo primer tiempo, y no podemos (ni debemos) escudarnos en los ¿errores? ajenos, si no miramos primero los propios.
Como siempre, habrá que ganar por la camiseta, por la historia, por nuestra gente, por entrar a la Sudamericana y para engrosar el promedio. Pos Mundial, esperemos ver a un equipo más acorde a nuestra historia.

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¡Cumplimos 9 años!

El blog cumple sus primeros 9 años de vida, y no puedo menos que tomarme un par de líneas para agradecerles a todos los que me ayudaron a que este sueño sea posible.
En primer lugar, agradecer a Pincel (una suerte de padrino de este sitio, quien fue además el que me hizo boquense), Titi, Mariano, Ali (que me banca no sólo con el blog sino con todo el vicio llamado Boca Juniors) y a toda mi familia. Pero muy en especial, a los nuevos xeneizes: Tai, Ken y la princesa Catita. ¡Todos boquenses de ley!
Y por supuesto, también quiero darte las gracias a VOS. Sí, a vos, que me leés, que a veces comentás y otras veces pasás en silencio, pero que por sobre todas las cosas compartís conmigo esta pasión que sentimos por los colores azul y oro.
¡Feliz cumple, Campeón de Boca!


Campeón de Boca

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domingo, abril 06, 2014

Bianchi Cosecha Tardía

Boca Juniors 3 - Godoy Cruz 0

¡Qué ganas de tomarme un buen vino! ¡O mejor, que sean 3! Porque Boca jugó su mejor partido del campeonato y logró la triple G: ganó, gustó y goleó. Veníamos de dos derrotas al hilo donde el equipo había merecido mucho más, pero por la falta de eficacia y no cerrar los partidos nos quedamos con las manos vacías. Hoy el xeneize se sacó la mufa, y a la primera de cambio remató el encuentro para no pasar sobresaltos. Claro está, como dije en los últimos artículos, el vino quizás resulte ser un Cosecha Tardía, porque salvo un milagro el campeonato quedará en manos foráneas. Boca debe ganar los siete partidos restantes para así llegar a los 36 puntos y rezar que tengamos otro año más con un campeón con escasas unidades.
El partido hoy se abrió rápido. En el primer ataque serio, llegó el penal (claro) al Burrito Martínez que Riquelme cambió por gol. ¡Alivio! Sin embargo, los primeros 45 minutos transcurrieron con un dominio territorial de Godoy Cruz, que nos manejó el balón y por momentos nos obligó a defender muy cerca de Orión. Restaba ver a esa altura si en el complemento el equipo podría liquidar el pleito o volveríamos a cortar clavos con culo.
Nuevamente, al inicio de la segunda etapa Boca golpeó duro. El Burrito metió un buen pase para Gigliotti que se fue sólo contra Carranza y esta vez definió como los que saben (a mi juicio, ayudado por el portero visitante que salió lejos y se tiró antes de tiempo, lo que facilitó la gambeta y posterior definición del Puma). Si bien el 2-0 parecía cómodo, no respiré tranquilo hasta que el propio Gigliotti anotó el tercer tanto xeneize. Fue nuevamente de penal (Román se lo cedió al centrodelantero) y, de yapa, roja para el arquero visitante. Y ahí sí, sólo fue cuestión de esperar que pasaran los minutos.
Se ganó claramente, como hacía tiempo no ocurría. ¿Puede significar esto un renacer en el campeonato? ¡Ojalá! Pero repito: sería un milagro que Boca llegara con chances a las últimas fechas, y para ello deberíamos ganar todos los partidos. De todas formas, ahora lo que importa es ganar, sumar, tratar de entrar a la Sudamericana y ahuyentar cualquier fantasma que nos coloque cerca de las últimas posiciones.

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jueves, abril 03, 2014

¡Felices 109!

En las buenas y en las malas... ¡Feliz cumple, Boca de mi vida!

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miércoles, abril 02, 2014

Ahogados en un Arroyito

Rosario Central 2 - Boca Juniors 1

Luego del golpe sufrido en el pasado superclásico, Boca tenía la gran chance, quizás la última, de ganar para no despedirse del torneo. Y pese a haber jugado un buen primer tiempo y mostrarse superior al rival, el equipo volvió a pagar un alto precio por su falta de eficacia y por no haber rematado el partido en las chances que se le presentaron. Casi un calco a lo que nos pasó con los propios Canallas en el Torneo Inicial 2013, solo que esta vez en lugar de empatarnos el partido sobre el final nos lo revirtieron promediando el segundo tiempo.
Los xeneizes salieron con todo. Avisó Erbes de entrada (perdiéndose un gol increíble) y unos minutos luego Gigliotti abrió el marcador (en clara posición adelantada). Central no generaba peligro y Boca se mostraba agazapado para embocar el segundo, aunque en los últimos minutos de la etapa el equipo retrocedió más de la cuenta.
En el segundo tiempo Boca tuvo dos situaciones clarísimas como para sentenciar la historia. Primero, Gigliotti queda mano a mano y se pierde un gol de novela. Pésima definición para un hombre que debe vivir del gol. Luego, Gago reventó el travesaño cuando parecía que el remate tenía destino de gol. Dos chances clarísimas, de esas que de no convertir uno teme tener que lamentar luego. Y justamente el cuco de la ineficacia volvió a aparecer. A falta de 20 minutos Central llegó al empate. De tanto ir y apostar al ataque (aún quedando expuestos a una contra letal), los locales tuvieron su recompensa y empataron un partido que merecían seguir perdiendo. Pero la cosa empeoró: 5 minutos luego, Boca marcó mal en un corner y tras una sucesión de remates, palo y rebotes, un central de Central aventajó a la Academia rosarina.
El final de la película ya lo conocen. Boca intentó, pero ya casi no quedaba tiempo ni energías como para recuperar al menos un punto de tierras santafesinas.
El campeonato ya es cosa juzgada. No sabremos quién lo ganará; sino solamente que no seremos nosotros (ruego tener que comerme estos textos; créanme que es lo que más deseo). A esta altura, Boca debe ganar y sumar por muchos motivos: por su historia, por entrar a la Sudamericana y por engrosar un promedio de cara a dos años. Un objetivo muy pobre para los nombres y hombres que rigen nuestros destinos futbolísticos.

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