Viaje en Globo hasta la cima
Boca pareció no extrañar a su tridente ofensivo (Riquelme, Palacio y Palermo) y obtuvo un gran triunfo para alcanzar la cima del torneo (con un partido menos). Otra vez, los pibes volvieron a responder en gran forma, lo cual a uno lo deja tranquilo pensado en el presente pero sobre todo en el futuro. Noir no tuvo su mejor tarde pero las corrió todas. Viatri vacunó de entrada, aguantó la pelota con oficio y en las pocas que tocó siempre estuvo cerca (como buen goleador). Y el desfachatado pibe Gaitán hizo dos golazos y mostró que le sobra talento y caradurez.
De entrada los jugadores de Huracán salieron con todo a presionar bien arriba y correr como leones, mientras uno se preguntaba cuánto tiempo podrían soportar ese nivel de desgaste. Además, el Diego Armando Maradona es un estado pequeño que fomenta el juego aéreo y los pelotazos, lo cual a este Boca que propone buen fútbol no le conviene del todo. Pero los buenos jugadores siempre de una u otra forma se las arreglan y llegamos al gol. Con un poco de fortuna y talento a mi gusto. Porque Morel pateó al arco, Gracián la dejó pasar y Viatri se anticipó para abrir el marcador. Vaya paradoja: lo mejor del Tano en todo el partido fue esa jugada donde no tocó la pelota. Luego Viatri tuvo el segundo pero su remate salió desviado por poco, y sólo quedó tiempo para que el Globo se acordara de atacar sobre el final de la etapa inicial, convirtiendo a Caranta en figura.
En el segundo tiempo las cosas no cambiaron mucho. Huracán salió a buscar un poco más el partido por la necesidad de revertir el resultado adverso, y Boca se paró para salir de contra y tratar de aprovechar algunos espacios que antes no había tenido. A la media hora del complemento, la monotonía la rompió el chico Gaitán, que había ingresado hace poco. Y ya sobre el final, el propio Gaitán sentenció el partido con otro golazo.
¡Tres puntos de oro y a la punta! El xeneize se perfila como gran candidato, pero aún falta mucho camino por recorrer, el comienzo de la Copa Sudamericana y una maratón infernal de partidos que esperemos no dejen secuelas. Si las lesiones dejan de perseguirnos e Ischia es inteligente al dosificar fuerzas en las formaciones para ambos torneos (soy partidario de jugar la Sudamericana con todos suplentes), podemos tener una Navidad más que feliz.
Etiquetas: Torneo Apertura 2008