Colgate Titán

Boca Juniors 2 - River Plate 0

Quizás hayan sido unas copas de más o un fernet más empetrolado de lo habitual. Lo cierto es que al burrito Ortega se le aflojó la lengua antes del partido, y las piernas durante. Los augurios de pasarnos por arriba quedaron en pura espuma. Y miren que paradoja: cuando River planteó un partido de igual a igual, sin colgarse del travesaño al estilo Passarella, lo perdió justamente porque su rival se colgó del larguero. ¡Pero lo de Palermo fue con estilo!

Marca publicó:
Martín Palermo se inventa el 'gol del murciélago'.
Boca, que comenzó ganando con un gol de Battaglia, definió el partido en el segundo tiempo cuando Palermo, colgado del larguero, marcó de cabeza después de que Carrizo desviara con muchos apuros un libre directo de Riquelme.
El particular tanto de Palermo, un experto en convertir goles extraños, se ha convertido en uno de los vídeos estrellas en el portal de Internet YouTube.

Battaglia en el primer tiempo puso el 1-0 y ya en el complemento Palermo selló el 2-0 definitivo. Riquelme jugó a lo grande (una sana costumbre en él), Cáceres arrancó con el pie derecho e Ischia consiguió la primera victoria como DT xeneize ante los plumáceos.
Sí señores: la casa parece estar en orden. Y la rachita gallina ya es historia.

El baile del verano

Hoy se cumplen 6 años del baile del verano.

Diario Olé publicó:
Los pibes de Boca le pegaron a River el peludo del siglo, que paró en 4-0 por los gravísimos choques que hubo entre las hinchadas cuando todavía faltaba media hora para el final en Mar del Plata.

Aquella noche de sábado, 26 de enero de 2002, Boca goleaba 4-0 a River con goles de Omar Pérez, Delgado y Carreño en dos oportunidades, hasta que la hinchada plumácea dijo basta y decidió abandonar.
En un acto de cobardía y vergüenza, y ante la impotencia de un resultado adverso, un grupo de hinchas millonarios (delincuentes es la palabra que más se ajusta) decidió saltar de la popular a la platea para golpear a los espectadores xeneizes que disfrutaban del partido. Pero para sorpresa de algunos, cuando vieron venir a sus pares boquenses en busca de revancha (otros forajidos de su misma calaña) decidieron retroceder y correr por todo el estadio José María Minella.
Yo no justifico ningún tipo de violencia, pero menos aquella cobarde y sin códigos. ¿Qué es eso de barrabravas que le pegan a la gente común pero arrugan a la hora de enfrentar a sus pares?



En vísperas de nuevos superclásicos estivales, pienso que es bueno recordar aquel partido. En primer lugar, porque no recuerdo tamaño paseo en un encuentro de verano (encima Boca jugó con suplentes y River con todos sus titulares). Y en segundo lugar, porque esa noche los hinchas plumáceos corrieron más que todos los jugadores de su equipo.

Escudos de Boca Juniors

A lo largo de toda su historia, Boca tuvo cinco escudos.

El primero se usó a partir de 1920 hasta 1955 y era de fondo blanco con las iniciales CABJ en amarillo y azul, y una franja también amarilla en forma horizontal.
En 1955, con motivo de la celebración del 50 aniversario, pasó a ser azul marino con la franja amarilla en el medio y las iniciales en color negro. Además, se agregó en ambos costados una hebra de laureles.
En la década del 60 desaparecieron los laureles, se agregó un contorno negro y se modificó la sigla CABJ por la palabra BOCA JUNIORS.
En 1970 se regresó al modelo de 1955 (pero sin los laureles), se mantuvo el contorno de color, retornaron las cuatro iniciales y aparecieron las estrellas en representación a los títulos obtenidos hasta ese momento.
Finalmente, en 1996 se produjo la última modificación, donde se suprimió la franja amarilla y la sigla CABJ se colocó en amarillo oro.